Hablando con un amigo conocedor del devenir político y comportamiento de la opinión pública, acerca de la enorme cantidad de aspirantes a la presidencia para 2022, los hay de todos los colores, matices y posiciones políticas, muchos de ellos personas validas y respetables, otros desconocidos, este hombre me decía que, según las encuestas más recientes, de los casi 30 precandidatos, solo uno supera a todos por más de 15 puntos. Desde luego que falta tiempo y el voto no decidido y en blanco es mayoritario.
Pero en el ejercicio de barajar nombres, este politólogo me hizo la siguiente pregunta: ¿Y por qué no Angelino? Le respondí: creo que está retirado. Mira Diego, nadie se retira de la política y menos cuando ha manejado poder y servido al país. Este hombre es muy experimentado, tiene una trayectoria limpia y efectiva, ha sido líder sindical como Secretario General de la CUT, ha propendido por el diálogo social, conoce el pensamiento de las clases populares y los sectores de trabajadores que hoy reclaman mejores condiciones de vida. Como Ministro de Trabajo, Gobernador del Valle y Vicepresidente de la República tuvo experiencia de gobierno destacándose como buen negociador, además fue constituyente en 1991, lo que le permitió participar en materia política corporativa, además como Embajador en Ginebra ante el sistema de Derechos Humanos en la ONU y la OIT y actualmente se desempeñándose como Embajador de Colombia ante el gobierno de Costa Rica, evidenció el manejo de las relaciones internacionales, ahora más necesarias que nunca ante el injusto pero creciente desprestigio internacional. La empresa privada lo recepta muy bien.
Esta reflexión me puso a pensar y recordé las muchas charlas que tuve con él respecto a su posición ideológica, llegando a la conclusión que Angelino es un Social Cristiano, católico practicante y de excelente relación con la iglesia católica y las cristianas pues, aunque muchos lo ubican a la izquierda por su vocación social, él siempre me dijo que jamás apoyaría ningún tipo de acción violenta que venga de grupos ilegales y que el uso de las armas solo es facultad del Estado. Pero hay gente que lo percibe como conservador por el hecho de su buena relación con el expresidente Uribe, el Centro Democrático y el Partido Conservador; otros como liberal por sus acercamientos a dicho partido y sus dirigentes. En fin, es una persona curtida que podría pensar en el país en momentos como el actual, cuando el abanico de aspirantes es grande, se requiere de alguien ecuánime, limpio, con experiencia y que su nombre tenga buen posicionamiento.
El caso es que Colombia debe recibir iniciativas presidenciales y es bueno que muchos aspirantes se lancen al ruedo, pero finalmente serán pocos lo que decidan dar la contienda. Quién sabe si Angelino lo esté pensando, así como otros posibles candidatos de gran valor como Oscar Iván Zuluaga y, bueno, los del Centro Democrático y Partido Conservador entre tantos. ¡Esperemos a ver que viene por delante!