Vólmar Pérez Ortiz | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Septiembre de 2015

LA HISTORIA SE REPITE

Los regímenes autoritarios de Venezuela

LA  condena absurda impuesta al dirigente de oposición Leopoldo López demuestra que el régimen de Nicolás Maduro criminaliza la oposición y que la rama judicial en Venezuela no es un órgano independiente, sino un apéndice del ejecutivo.  En un sistema de libertades en el que se respete la autonomía de la justicia, Leopoldo López no hubiera sido llamado a responder por los cargos que le fabricaron para acallar su voz.  Señalado como determinador de los actos violentos que ocurrieron en el marco de una movilización promovida por la oposición, su caso no resiste el menor análisis de un funcionario judicial en un país que profese el credo democrático. 

Se debería constituir un tribunal de opinión que examine los cargos que le imputaron y los elementos de prueba que presuntamente sustentan esos cargos. Su abogado dice que ni siquiera pudo ver el expediente completo.

Qué pesar produce lo que está ocurriendo en nuestra querida Venezuela.  Todas las instituciones están subordinadas al ejecutivo. Los representantes de los órganos de control lucen y actúan como empleados del Gobierno.  Allá el poder es uno sólo, como en la época de los reyes de Francia, y no hay poderes autónomos que se controlen a sí mismos.  

La forma como actúa el Gobierno cada día se parece más a los regímenes militares que detentaron el poder en el hermano país en la primera mitad del siglo XX, con Juan Vicente Gómez, Eleázar López Contreras, Isaías Medina Angarita, Carlos Delgado Chalbaud y Marcos Pérez Jiménez.  En particular los de Gómez y Pérez Jiménez encarcelaron y desterraron del país a jóvenes que lideraron la oposición a sus gobiernos dictatoriales, que luego se destacaron como los dirigentes históricos de la democracia venezolana. 

Rómulo Betancourt y Raúl Leoni tuvieron que salir del país por obra de la persecución que se desató en su contra y se refugiaron en una frutería en Barranquilla donde redactaron el borrador que se convirtió en el programa del partido Acción Democrática. 

Juan Vicente Gómez se mantuvo 27 años en el poder con el que se quedó en 1908, luego que su compadre, Cipriano Castro, lo dejara encargado del poder ejecutivo por su viaje a Alemania a que le practicaran una operación.  De ese viaje nunca pudo regresar.

El primer presidente elegido por voto directo de los ciudadanos fue el célebre escritor Rómulo Gallegos, quien solo duró en el poder 8 meses, del que fue desalojado por el golpe de cuartel que promovieron Delgado y Pérez Jiménez. El general Delgado fue asesinado en 1950 y en 1952 Pérez se queda con el poder hasta enero de 1958.

Eso significa que Venezuela duró casi 58 años del siglo XX en manos de gobiernos militares, hasta que se inauguró la democracia en tal año.

Y ahora hay un gobierno que conculca los derechos y libertades ciudadanas, que persigue en forma implacable a la oposición, a la prensa independiente,  y que pareciera buscar absurdamente un conflicto de distracción con nuestro país, como todo gobierno populista, para resolver sus problemas internos. La historia se repite.