Capriles
“Sin complejos clasistas y reconocido estatus intelectual”
GRÁBENSE muy bien este apellido porque si las elecciones presidenciales en Venezuela, previstas para el 12 de febrero del año entrante fueran mañana, y, sobre todo, si fuesen limpias y libres, el nuevo jefe de Estado -con el 52 por ciento de los votos- sería Enrique Capriles Radonski.
Con sólo 39 años, el actual gobernador del Estado Miranda es exactamente el polo opuesto de Hugo Chávez: atlético, saludable, hijo de una acaudalada familia judía sin complejos clasistas, con excelente educación universitaria, de reconocido estatus intelectual y profesional, sin delirios de grandeza mítico-redentorista, altamente eficiente y, como si fuera poco, imbuido tanto de la cultura administrativa de la rendición de cuentas como del respeto democrático por el equilibrio de poderes para evitar el despotismo.
Tempranamente, Capriles fue diputado, presidente de la Cámara, y resultó elegido dos veces alcalde del próspero municipio de Baruta, pegado al distrito metropolitano de Caracas, sede de importantes firmas comerciales y con agradable vida nocturna en el área de Las Mercedes.
Allí, redujo drásticamente el delito, aceleró al máximo la movilidad, modernizó la infraestructura y la zona histórica, reinventó el sistema de atención primaria en salud, y fue encarcelado.
Fue encarcelado en el 2004 porque, tras el golpe fallido del 2002, Chávez empezó a percibirlo como su principal piedra en el zapato. De hecho, la dictadura montó una trama que tuvo preso al exitoso dirigente opositor durante cuatro meses. Pero la situación era insostenible y no tuvieron más remedio que ponerlo en libertad.
Por supuesto, la persecución no paró ahí. Cuando Capriles resultó elegido 36° gobernador de Miranda en el 2008 -desbancando a Diosdado Cabello, mano derecha de Chávez-, las alarmas se encendieron con particular intensidad y el régimen quiso procesarlo por corrupción en el cargo, debiendo abandonar los señalamientos por no tener prueba alguna …ni manera de fabricarlas.
Así que hoy, de modo contundente (www.henriquecapriles.com), él aparece en todas las encuestas superando en las primarias de la oposición a Pérez, Corina, Álvarez, Rosales y Ledezma, pero, sobre todo, derrotando en cualquier escenario (aun entre quienes se declaran ‘neutrales’) al populismo marxista que se ha enquistado en el poder.
En otras palabras, si sus padres llegaron a Venezuela huyendo de la dictadura nazi de Adolf Hitler, ahora la historia le da la oportunidad a Capriles de derrotar en las urnas, sin artimañas, y en su propia patria, al absolutismo chavista para desintoxicar definitivamente a Venezuela.