Verdades y calumnias | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Febrero de 2022

Esta campaña se está caracterizando por sacar “los trapos al sol” de los candidatos, utilizando para ello el poder comunicativo de las redes sociales y el dimensionamiento de los medios de comunicación. Muchas cosas ciertas y otras tantas falsas se vierten sobre la opinión pública, pocos candidatos escapan a esta estrategia de desprestigio al ventilarse abiertamente aspectos de la vida política, profesional, familiar e íntima del candidato.

Si bien es cierto que los políticos son personas PEP (personas expuestas públicamente) la calumnia y dimensionamiento de hechos, unos de comprobación más otros difícilmente comprobables, puesto que parten de afirmaciones de partes comprometidas, que a sus anchas expresan conversaciones privadas o las exponen a las redes y medios sin saber que tan editadas sean o cual es el contexto o intención de esas conversaciones.

Recientemente reventó una bomba con la entrevista que le hicieran a la exsenadora Aida Merlano. Esta señora que se encuentra condenada por la justicia colombiana y prófuga, ha recibido el apoyo y custodia del régimen venezolano, protegida por el presidente Maduro y sus altos funcionarios. Ella cuenta una inmensa versión de sucesos tanto políticos como íntimos con dos de sus amantes, personajes influyentes en la vida nacional, entre ellos un candidato presidencial. Desde luego preocupante lo que se afirma más no comprobable; no obstante, su abogado ha interpuesto demandas al respecto sobre hechos supuestamente sucedidos en el entorno de las dos décadas pasadas, todo esto bajo la premisa de no haberse denunciado en sus oportunidades.

De otra parte, ha saltado otro escándalo, esta vez sobre la exsenadora Piedad Córdoba, afirmaciones de un exasesor de ella, quien cuenta públicamente la participación de la exsenadora en negocios y comisiones provenientes de Venezuela que involucran a su hijo a más de haberse capturado recientemente en los EE.UU. a su propio hermano por tráfico de drogas.

El senador Petro diariamente aparece en las redes y noticieros con acusaciones de actos y asuntos que lo comprometen, lo mismo el expresidente Uribe, Santos, a los candidatos Zuluaga, Fajardo, Hernández, Gaviria y bueno, muchos otros más.

Mas allá de conocer de los candidatos sus propuestas y beneficios que ofrecen al país, que muchos sí las tienen, lo que se destaca son las denuncias, acusaciones, implicaciones y chismes. Esta atípica campaña desvirtúa significativamente el verdadero hecho político que es elegir a nuestro próximo gobernante, donde la población tenga claridad propositiva para depositar su voto, no tanto ejerciendo el voto castigo o el visceral, sino el categórico y responsable, pues nuestro futuro no puede estar asentado en informaciones muchas de ellas falsas.

Si bien es cierto que estamos en el siglo de las comunicaciones y que cada día se abre la información, sobre el manejo de la misma recaen muchas verdades y calumnias. Es bueno saber cómo obran los políticos quienes gobiernan o pretenden gobernar, pero no hacer de ello el tema principal de las campañas. Difícil encontrar el político inmaculado, pues la vida pública comporta enormes riesgos, tentaciones y equivocaciones que algún día salen a la luz.

arangodiego@hotmail.com