¡Vamos a tener un gran día! | El Nuevo Siglo
Lunes, 16 de Noviembre de 2020

Le prometí a mi familia que tendríamos el mejor día de nuestras vidas. Salimos y les dije que los llevaría a la mejor biblioteca pública del Caribe colombiano. Al llegar me acordé que la biblioteca no la han terminado, que debieron entregarla hace 5 años y que después de gastarse más de 28 mil millones de pesos, no tiene fecha de entrega.

Les presenté disculpas y les dije que me excusaran por mi olvido. Acto seguido les dije que los llevaría a que conocieran cómo los niños menos favorecidos de esta ciudad se benefician de imponentes Centros de Desarrollo Infantil. Vaya frustración cuando íbamos en camino y me llamaron a aclararme que los CDI tampoco los han terminado y que después de gastarse más de 8 mil millones de pesos, a duras penas hay unos hierros retorcidos que saludan la indignación de miles.

Con alto grado de pena con mi familia les pedí nuevamente que entendieran mi mala información y les prometí de una vez por todas que mejor los llevaría a hacer deporte en el mejor estadio de fútbol del país. Muy confundido al llegar me contaron que estaba cerrado, que después de gastarse más de 60 mil millones de pesos, no lo han terminado, está a medio hacer y se empezó a caer poco a poco. Con infinita vergüenza les expliqué que en contra de mi voluntad, el tercer plan de este gran día debía cambiarse

Cansado, siendo casi medio día, les dije que mejor fuéramos al coliseo de Gaira, que allá jugaríamos un rato, pero no me van a creer. Era tanta mi mala suerte que el coliseo no estaba operando porque después de invertir más de 4 mil millones, no lo han terminado y el piso está destruido.

En ese mismo momento mi hija me pidió que le lavara las manos para prevenir el Covid-19. Una señora muy querida nos prestó un lavamanos, pero al girar la llave no salió agua, y le explique que después de crear la empresa pública de agua nos quedamos sin el líquido vital y en tan solo año y medio de operación a la empresa la quebraron con deudas superiores a los 42 mil millones de pesos.

Casualmente en ese mismo momento recibí una llamada de un familiar que vive en el barrio Mamatoco a decirme que se sentía muy enfermo. Le sugerí fuera de inmediato al mejor Centro de Salud de la ciudad que quedaba en esa vecindad. Esperanzado fue, pero cuando llegó encontró una obra abandonada, en la que después de gastarse más de 4 mil millones, tampoco la han entregado.

Pareciera estar contando una historia de ciencia ficción, pero no. Es el resultado después de experimentar el socialismo en Santa Marta durante 9 años, recreando la historia de las obras inconclusas a lo largo y ancho de esta maltratada ciudad. ¿Cómo explicar esto a nuestros hijos? ¡No les podemos volver a fallar!

Twitter: @camilogeorge1