Lo sucedido con el documento que entregó el presidente Iván Duque Márquez en la ciudad de Nueva York, ante la audiencia de Ministros de Relaciones Exteriores, embajadores y representantes del mundo en Naciones Unidas es imperdonable de quienes hicieron el informe y debieron revisarlo.
Se han demorado en el Gobierno en identificar a todo los responsables para imponer las consecuencias que merece tal situación, que no puede ser otra que la declaratoria de insubsistencia o la baja de quienes tenían la responsabilidad de preparar y revisar dicho documento.
¡Qué vergüenza para el Presidente de la República, su Canciller, el Embajador de Colombia ante las Naciones Unidas y para todos los colombianos!
No puede ser que el libro que contenía las pruebas de las acciones de la guerrilla y grupos al margen de la ley desde territorio venezolano haya contenido algunas fotografías que supuestamente habían sido tomadas en el país hermano y limítrofe, cuando la realidad indica que no era así y que por el contrario habían sido tomadas en territorio colombiano por fotógrafos de distintos medios de comunicación, agencias internacionales de prensa e incluso ONGs.
La visita del Presidente Duque terminó deslucida, lo pusieron a dar toda clase de explicaciones que conllevaron a que perdiera el efecto, su significado, su importancia y el protagonismo se lo llevara la necesidad de dar explicaciones para defender su credibilidad, la credibilidad que se esperaba de la visita e intentar prevenir que se pusiera en tela de juicio todo el contenido del documento presentado por él ante el foro más importante del mundo.
Es una especie de nuevo falso positivo, implica una gravedad infinita para la reputación del Presidente de Colombia y de su gobierno. Es muy grave que haya sucedido algo así y pone a nuestro mandatario en difícil situación para su credibilidad y respeto.
Esto no puede quedar así, es ‘urgente’ que se establezca la verdad de lo sucedido. No hay excusa válida para que esto hubiera ocurrido.
Si no hay responsables con la celeridad requerida, la credibilidad, confianza, respetabilidad de Colombia y su Presidente estarán gravemente heridas en la comunidad internacional. De cualquier forma, gran daño se ha hecho ya.
Mayor ridículo serie bastante difícil que hubiera podido vivir el señor Presidente de la República y todos los colombianos.
La experiencia vivida con este imperdonable e irresponsable error será difícil de superar.
El Gobierno, además de tomar las debidas correcciones, tiene que establecer un mecanismo que garantice que estos hechos no puedan volver a suceder.
Nota: Ya terminado y enviado este artículo da ha conocido la noticia que el Gobierno determinó darle de baja al General comandante de Inteligencia militar. La reflexión que uno se hace es si es el único responsable.