El fin de semana pasado, gracias a un regalo de mi esposa, fuimos a apoyar la reactivación del turismo. Quedamos sorprendidos del cumplimiento de los protocolos, y de la cultura de auto cuidado de las personas en los lugares que visitamos. Estuvimos en Armenia y fuimos un día a visitar Salento y el Valle del Cócora, el uso del tapabocas era la regla general, en todos los lugares antes de entrar había toma obligatoria de temperatura, incluso ya en el lugar donde los turistas pueden alquilar caballos para hacer el recorrido por las palmas de cera, a pesar de ser un servicio informal cuentan con estrictas medidas de bioseguridad.
Lo propio ocurría en el hotel donde nos hospedamos, en la zona de la piscina, el salvavidas pasaba guardia cada determinado tiempo exigiendo el uso del tapabocas y el distanciamiento social. En el agua, por el tamaño de la piscina las personas no se juntaban. No conozco como serán las medidas en otros lugares del país, pero deben ser similares.
Las decisiones de los gobernantes para enfrentar la pandemia los afectaron por varios meses, y conscientes de esos las personas que viven del turismo se esfuerzan para que no los vuelvan a encerrar. Adicionalmente, el turismo en Colombia se hace casi siempre a lugares abiertos, a disfrutar de la naturaleza y de los paisajes de nuestro país, esto hace que cumpla con todas las condiciones recomendadas por los organismos internacionales y basados en la evidencia internacional. Podemos hacer turismo seguro, los municipios que viven de los ingresos que dejan los viajeros nos necesitan. También, es fundamental para la salud pública esos cambios de ambiente, especialmente en época de teletrabajo, respirar aire puro y salir de la casa mantiene la mente activa, sube el ánimo y aumenta la esperanza.
A pesar de los esfuerzos de hoteles, operadores e informales que viven del turismo, el Gobierno no parece aportar su grano de arena para tener una rápida reactivación. Los ministerios de transporte y comercio, industria y turismo parecen no hablarse entre si. Lo digo, por una anécdota personal, nuestro viaje iniciaba el viernes por carretera desde Medellín a Armenia, el jueves en la noche me puse a investigar sobre el estado de la carretera, me llevé una muy poco grata sorpresa al enterarme que la vía estaba cerrada entre las 8 a.m y las 5 p.m en el tramo que conduce de La Pintada a la Felisa. Nos tocó cambiar de planes a última hora y conseguir tiquetes aéreos para no perder el viaje. En el hotel, me contaban que en días anteriores recibieron varias cancelaciones por el estado de esa carretera, incluso de personas que al llegar a ese punto se enteraban del cierre.
Colombia tiene un inmenso potencial en turismo. Adicionalmente, este sector es clave para la reactivación y recuperación después de las medidas tomadas por los gobernantes para enfrentar la pandemia. Pero, necesitamos que esté por encima de los ministerios y entidades públicas, que sea una política pública liderada por el Presidente, para evitar historias como la de esta columna.