Finalizada la visita de su SS no se puede cerrar sin un breve análisis de los enormes resultados que dejó a Colombia y al mundo. Primero que todo el amor a imitación de Cristo. Segundo unió mucho más al país en pro del perdón y la reconciliación. Tercero afirmó la fe y confianza en nosotros mismos como católicos. Cuarto devolvió a la fe a muchísimos tibios o alejados, reanimó el espíritu cristiano regresándolos a creer en nuestra iglesia. Quinto hizo entender a la iglesia que el autentico evangelio está en la gente del común, en aquel menesteroso, en el pecador, en el necesitado, que es a ellos y no solamente a los convertidos a quienes el espíritu de Cristo les debe llegar a través de su misión pastoral.
Son muchas mas las lecciones de humildad y confianza en el Señor que Francisco nos dejó, como el de aquella mujer en Cartagena que había decidido aplicarse la eutanasia y tan solo en unos minutos de diálogo con el Papa, el Espíritu Santo la inundó y cambió su decisión por la de vivir en paz y alegría aun cargando su cruz. Igual con el soldado mutilado de sus dos brazos, una pierna y sin un ojo que le sonrió con esperanza de nuevo a la vida. El exguerrillero en Villavicencio que encontró perdón y se comprometió a reparación de sus víctimas, Pastora la mujer mayor que la violencia acabó con su familia, hoy es un ejemplo de reconciliación y así miles o mejor millones de colombianos que cambiaron sus vidas haciendo nuevos propósitos de enmienda y cambio de vida.
Francisco nos enseñó que la mayor riqueza está en el corazón y la familia, en el respeto por el otro y que el futuro está en manos de la juventud.
Algo maravilloso que logró el Papa fue la comunión como nunca antes en la historia de las comunicaciones a mas de doce canales de televisión, unas 50 o mas emisoras, a todos los periódicos, periodistas y comunicadores sociales los puso a hablar de Jesús, de la Santísima Virgen y de nuestra iglesia católica por cinco días. No fue el fútbol ni la farándula, ni las olimpiadas ni tampoco las competencias ciclisticas o los huracanes, fue un hombre de 80 años hablando de Cristo, de su madre, del perdón, de la justicia, de la equidad y de la verdad quien unió a Colombia y dejó un aire de renovación y entendimiento en momentos tan difíciles como los que atraviesa nuestro país.
El Papa Francisco dejó una lección de caridad, misericordia y amor para los 50 millones de colombianos, sumándose a los mas de mil trescientos millones de católicos en el mundo, los cristianos y tantos de otras religiones que se sumaron a la voz del pontífice con respeto, no sin antes advertir que muchísimos agnósticos y aun ateos expresaron su sentimiento de admiración. ¡Triunfó Cristo y ganó Colombia!