En medio del respiro de la naturaleza que ha traído el silencio del confinamiento humano por el Covid-19, la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, fijada desde el año de 1974 como fecha de la Jornada de las Naciones Unidas para el día 5 de junio y que este año correspondió a Colombia ser el anfitrión, ante las circunstancias realizada de manera virtual, trajo consigo la carta del Papa Francisco al Presidente Duque en su insistencia en “el cuidado de la Casa Común” de su Encíclica “Laudato Si” -que ya cumple su primer quinquenio- y en la atención que le diera a la Amazonía con el Sínodo en específico.
Junto con la carta del Papa, el ministro británico de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Alok Sharma, quien tiene toda la importancia por tratarse del presidente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático del 2021 -la vigésima sexta- (COP26) que se realizará en Escocia, dio la buena nueva de la decisión del Reino Unido de aportar a Colombia por la suma de doscientos ochenta y ocho mil millones de pesos con destino a la lucha contra la deforestación y para la protección del bosque tropical, prevista en el nuevo programa Territorios Forestales Sostenibles.
Antes de adentrarse en la esencia de esa determinación de sostenible y forestal, es preciso deleitarse con la introducción de la mencionada Encíclica, el cántico de San Francisco de Asís, que en palabras del Papa nos recuerda que nuestra casa común es también como una hermana, que nos acoge y con la cual compartimos la existencia: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”.
De ahí su llamado en la carta al Presidente: “No podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo. Las heridas provocadas a nuestra madre tierra son heridas que sangran también en nosotros. El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato… Deseo que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana".
Esa mirada de futuro es tal vez la más clara definición para lo sostenible, siempre atada a también su frase permanente de “Nada de este mundo nos resulta indiferente”. Cuenta el español Francisco Guil Celada, que la etimología de lo forestal, alude a lo de afuera y como tal se asumen los recursos forestales como aquellos distintos a los agrícolas y urbanos (Gil, 2008).
Territorios Forestales Sostenibles, como programa, en buena hora, implicará la concentración en un objetivo, dinámico para las Naciones Unidas, que estrictamente busca mantener y aumentar el valor económico, social y medioambiental de todos los tipos de bosques, en beneficio de las generaciones presentes y futuras, en especial en la protección y extensión de los recursos forestales, la diversidad biológica, la salud y vitalidad de los bosques, incluidas sus funciones productivas y socio económicas y todo el marco normativo y de políticas (UN, 2008). El reto estará entonces en la buena gestión.
*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI