“El deporte fomenta la identidad nacional”
Fueron espectaculares los días 13 y 14 de julio en tenis. El primero de los días citados, en el plano nacional, debido al triunfo de Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en la final de dobles masculinos de Wimbledon contra los franceses Nicolás Mahut y Edouard Roger-Vasselin; fue un duelo épico a cinco sets y cabe una pregunta:¿es el mayor triunfo del deporte colombiano en el escenario mundial?
La respuesta es afirmativa, aunque se tienen en mente los éxitos de Kid Pambelé y otros boxeadores; las victorias de los tiradores, pese a no tratarse de un deporte popular; se es potencia en ciclismo y, especialmente, en patinaje. ¿Qué tal Catherine Ibargüen en atletismo, modalidad de salto triple? María Isabel Urrutia, Jossimar Calvo, Juan Pablo Montoya, Mariana Pajón, Sofía Gómez, Yuri Alvear; el aumento de categoría en el futbol. El recuerdo de mayor impacto, de la lejana juventud, fue un duelo entre Darío Behar y William Álvarez en la cancha del Parque Nacional, cerca del Externado Nacional Camilo Torres; las clases de gimnasia del Externado tenían lugar en el Parque y se recuerda que Behar siempre le había ganado a Álvarez, excepto ese día y nunca lo volvió a vencer. Álvarez era una máquina para devolver jugadas. De esos días se recuerda, también, a Harry Faccini, estrella fugaz, y si la memoria no falla, un par de figuras de apellidos Rueda y Salas y, con mayores dudas, respecto al segundo. Personalmente, el tenis se practicaba durante las vacaciones escolares anuales en San Gil, Santander, tierra natal.
El 14 de julio se refiere a la espectacular final masculina de sencillos en Wimbledon que enfrentó a Novak Djokovic, el triunfador, y a Roger Federer. Esperaba el triunfo del serbio, número uno mundial, y fue grata la sorpresa al observar que el suizo Federer, tercero en la cumbre mundial, derrotaba a Rafael Nadal, segundo en la misma lista, y estuvo a punto de vencer a Djokovic en el quinto set; no se sorprenda el lector: quien escribe es partidario de Federer y seguirá siéndolo. El deporte fomenta la identidad nacional.
Paréntesis. Se lamenta el deceso de Enrique Gómez Hurtado con quien se tuvo un diálogo muy positivo en determinado momento en la trayectoria de quien escribe. Falleció, también, Eduardo Borda Camacho, pariente relativamente cercano, médico de profesión, quien atendió a mi hijo recién nacido. La cercanía se perdió con el transcurso del tiempo pero se recuerda, con afecto, que nuestros progenitores tuvieron relación y solían visitarse. Pésame sincero a Germán Borda Camacho con quien se tuvo trato cordial al coincidir en la Universidad de los Andes y en años posteriores.