A superar los temores | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Mayo de 2022

En Colombia padecemos uno de los conflictos armados internos de mayor duración en el mundo. Al cual, para dimensionarlo en toda su complejidad y tratar de sintetizar sus múltiples y violentos periodos, llamamos “la violencia” o “la guerra”. Aunque, como si esto fuera poco, también hay quienes sostienen que no ha habido tal. Por ello, no es extraño que en periodos de negociaciones de paz o de elecciones presidenciales salten sobre la mesa del debate público e institucional, controversias y tensiones entre distintos sectores en torno a las salidas al conflicto y sus efectos.

Pero, en el debate electoral 2022 quedará registrado el suceso del general Zapateiro, comandante del Ejército Nacional, como uno de los más álgidos y recientes en torno a la prohibición de la participación en política de las fuerzas militares. El cual, para mayor infortunio, encontró respaldo en el presidente de la República, y en algunos sectores políticos afectos al gobierno. Y dicen, que en buena parte de la oficialidad y la tropa. Además, según la indagación de la revista Semana titulada “Malestar en los cuarteles”, un sector de las fuerzas militares tiene temores frente a que el candidato Gustavo Petro, quien en el pasado fue integrante de una organización subversiva, pueda llegar a ser su comandante en jefe, al eventualmente ser elegido presidente de la República.

La justificación por parte del general y de quienes lo respaldan se sustenta, en gran medida, en el hecho de que no se puede generalizar y afectar el honor de la institución militar y menos con fines políticos. Supuestamente, aprovechándose de la situación que la ha puesto en el escrutinio público en las últimas semanas, a raíz de una cadena de graves denuncias y señalamientos conocidos en el marco de las recientes audiencias públicas adelantadas por la JEP sobre los llamados falsos positivos. Y la declaración recibida a alias “Otoniel”, señalado jefe de la organización criminal “Clan del Golfo”. Así como, del debate en el Congreso de la República sobre la operación militar en Puerto Leguízamo, Putumayo, el 28 de marzo en donde murieron 11 personas y otras resultaron heridas. Y que quienes citaron al debate calificaron como una “masacre”.

Pero, lo cierto es que más allá de controversias y tensiones, tan graves hechos revelados no pueden ser tolerados. Ni su necesaria discusión pública, así como las correspondientes investigaciones que deben adelantar los organismos competentes, pueden tomarse como presiones o intentos de afectar el honor militar y la reputación de la institución. Pues, justamente, uno de los avances en la difícil búsqueda de salidas al conflicto armando es haber logrado un importante consenso sobre la necesidad y los mecanismos para alcanzar verdad, justicia, reparación y no repetición.

La situación trae al debate otro punto muy importante para la reflexión sobre la reconciliación y la paz en Colombia. El supuesto temor a Petro, candidato presidencial en representación de una amplia alianza de partidos y movimientos políticos de centro izquierda. ¡32 años después de haberse firmado el acuerdo de paz con el M-19! Época en la que prácticamente todos los generales actuales iniciaban su carrera militar activa. ¿Cómo se alimentan y trasmiten esos temores al interior de las fuerzas militares? Es hora de superarlos.

@Fer_GuzmanR