Soy conservador | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Octubre de 2020

Mi padre liberal Gaitanista, parlamentario en su época, conservador de familia y forma de vida. Respetaba a los conservadores y tuvo amistad con Álvaro Gómez Hurtado.

Mi formación política fue Democristiana, milité en el  partido Demócrata Cristiano Colombiano, fui su Secretario General. Vocal y Vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América ODCA hasta 1992, año en que se extinguió esa colectividad por pérdida de la personería jurídica y dispersación de su militancia.

Hice tránsito al Partido Conservador en 1993 llevando la ideología socialcristiana a esa colectividad, fui recibido con entusiasmo por el directorio de la época y hasta hoy porto esa divisa.

Tengo gran afinidad, amistad y afecto por el Centro Democrático a quienes considero igualmente conservadores; admiro y respeto en sus postulados a los partidos cristianos, porque soy un defensor de los valores de vida y familia, así como estoy convencido del derecho a la propiedad privada, a la igualdad sin privilegios y la eminente dignidad de la persona humana, postulados conservadores. No creo en el individualismo que es nocivo al desarrollo humano, como tampoco en el socialismo de estado que comprime las libertades e iniciativas, mucho menos en el abuso del populismo.

Es difícil hacer entender a la juventud actual que un partido político como el Conservador se encuentre vigente después de 171 años de existencia e historia, que ha tenido el mayor número de presidentes y siempre en primero o segundo lugar de bancada en el congreso. Los aportes sociales, económicos y democráticos del Partido Conservador al país han sido innumerables. También ha sufrido duros golpes y escisiones, pero ha sucumbido a grandes tormentas, cuando muchos vaticinaban su desaparición, ha sabido superar las adversidades.

Ahora el Partido Conservador asoma a un nuevo reto de renovación, lo que no significa dejar de lado la experiencia, compromiso y sabiduría de algunos dirigentes actuales, pero si requiere de sangre nueva, figuras modernas con liderazgo y formación ideológica solida, que luchen por los postulados y valores conservadores para un país mejor en este mundo cambiante e incoherente, en donde se luche por la preservación de la vida, la familia, la propiedad privada, la libre empresa, la democracia, la solidaridad, el bien común, el progreso y desarrollo con sentido social, postulados conservadores que son los llamados a la construcción de una nación solida, armónica y rica, donde la justicia, la equidad y bienestar sea horizontal, cubriendo y dando oportunidad a su población de vivir en un mundo mejor.  

Mas allá de un sentimiento personal es la confianza que como colombianos debemos tener en los partidos políticos, porque quiérase o no son quienes sostienen la democracia, aun con sus fallas, errores, equivocaciones y defectos. En mi caso creo en mi partido al que nunca le he pedido nada, pero si le he dado todo lo que he podido.

¡Soy conservador y felicito al Partido Conservador por sus 171 años de existencia, algo difícil de lograr en la historia!

arangodiego@hotmail.com