RODRIGO POMBO CAJIAO* | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Mayo de 2014

Constaín y la lucidez

 

El Hombre que no fue jueves” certifica el bagaje intelectual de nuestro literato Juan Esteban Constaín. Después del “Naufragio del Imperio” y “Calcio” Constaín se consagra como uno de los más grandes exponentes de las letras nacionales pero, más allá de eso, se erige como uno de los pocos, quizá, poquísimos, que antes que ser escritores son eruditos.

Letras buenas no hay muchas y quienes las consiguen logran fama. Sin embargo, son realmente escasos los que, como Constaín, alcanzan una elevadísima cultura y se lanzan sobre el computador para escribir grandes obras. Si las letras dan fama, el excelso conocimiento otorga gloria.

Sus novelas están llenas de conocimiento histórico, político, geográfico, sicológico y, por lo mismo, humorístico. El humor está relegado en ese contexto a las grandes almas intelectuales quienes como Chesterton y Wilde pueden hacer del idioma un festín y de la refinada burla una filosofía estética.

Es la lucidez del erudito la que se exhibe en cada libro, en cada capítulo, en cada palabra. Se sabe que sus 5 lenguas habladas (3 vivas y 2 muertas), su doctorado y sus viajes, amén de su vasta lectura lo hacen ya -y a pesar de su corta edad-, uno de los grandes referentes intelectuales de nuestro tiempo.

Constaín no solamente escribe bien, (como la mayoría de nuestros escritores) sino que es un hombre culto (¿como la mayoría de nuestros escritores?), en el más puro y etimológico sentido de la palabra. Los pasos de Humberto Eco y, entre nosotros, de Germán Espinosa por fin empiezan a llenarse con exponentes como Constaín.

Es grato, cierto es, leer buenas novelas, buena prosa y buenos poemas, pero lo es aún más saber y encontrar en ellas algo mejor que buena cadencia, buen lenguaje y mucha sintonía. Es sabroso para el lector y más aún para una nación postrada en la ignorancia, tropezar con mentes lúcidas puestas al servicio de la educación, la academia y las letras.

Constaín es un erudito antes que un escritor y eso no lo ha limitado, por el contrario, creo que lo ha resaltado como uno de los más notables novelistas nacionales de la era contemporánea para plasmar grandiosos y amenos textos.

Recomiendo seguir los pasos artísticos de Constaín y, si cabe, los políticos (en el sentido etimológico de la palabra: Polis) pues en ellos encontraremos gratas sorpresas, mucho ejemplo y, sin duda, muy buen humor.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI