Proceso de paz (II)
Conjeturaba en mi pasada columna cómo no habrá paz en Colombia en los próximos quinquenios a pesar del acuerdo que se celebrará en La Habana a finales de este año.
Lo decía, en suma, por cuanto con la entrada de los cabecillas de las Farc a la dirigencia del país se logrará consolidar, legalizar y, de alguna manera, legitimar la violencia regional como quiera que éstos no dejarán el negocio de las drogas y los ilícitos sencillamente porque no les conviene, no les interesa y porque nunca han creído en el Estado de derecho liberal que tenemos desde la vida republicana.
A pesar de la poca atención que recibe de la comunidad, la garantía de no repetición es el elemento fundamental de toda negociación de paz. Éste se logra de muchas maneras pero, por supuesto, cuando los cabecillas, los líderes provistos de información, de mando, de influencia, de contactos etc… son puestos tras las rejas temporalmente, no para purgar condena por los delitos cometidos sino para evitar que los sigan cometiendo y garantizar, en lo posible, el desmonte de la estructura criminal.
No pido cárcel por justicia para los cabecillas de las Farc, pues ella sería siempre insuficiente, pido cárcel como garantía de no repetición que es lo mínimo que debemos exigir los colombianos de bien.
Nada se nos garantiza y mucho se lograría perpetuar si los cabecillas siguen, por un lado, con la legitimidad del discurso revolucionario (por eso es bueno el proceso de paz) y, por el otro, con la posibilidad de continuar con sus ilícitos mediante la inmunidad que les da el estatus político.
Ese es pues uno de los principales dilemas que corren tras este proceso. Si a los terroristas se les premia con el poder, desde el punto de vista de la justicia nada pasa porque ésta no puede haber estado más vituperada y atropellada. Así sucedió en el pasado y así sucederá en el futuro. La noción de justicia no ha existido entre nosotros.
De manera que si el problema no es por el lado de la justicia hay que analizarlo por el lado que corresponde: ¡la garantía de no repetición!
*Presidente de la Corporación Pensamiento Siglo XXI