Reconfiguración y unicornios | El Nuevo Siglo
Martes, 1 de Septiembre de 2020

El día después se asocia con el acercamiento a aquello que se veía como común o que iba en camino el día antes de los efectos de la pandemia del siglo XXI. No obstante, muchas cosas se aceleraron, como una oportunidad y otras tendrán que asimilarse para emprender el reinicio.

Esa etapa de reapertura, aún en medio de la dura complejidad de convivencia con el virus, exigirá tomar los aprendizajes como hechos ciertos, pero para ello se requiere de voluntad para absorber las señales de transformación, tanto colectiva como personal, tanto en los jóvenes como en el talento empresarial, donde lo digital es ahora transversal, esencia de la comunicación, el servicio, la educación y sólo ella, con creatividad, será factor de desarrollo y de salida de la crisis.

Juan Carlos Ortiz, Presidente de DDB Latina, Director Creativo de DDB Américas y el autor del libro Cortos, bien señala esos atributos de este “proceso de liberación”, y parafrasea la definición de uno de sus profesores de creatividad tal como la virtud de tomar los elementos que ya existen y relacionarnos de manera diferente, como un pensamiento paralelo, que  asegura está conectada en esencia a la vida de las personas, por lo cual resulta muy valioso rescatar “talentos unicornio”, aquellos con una excelente capacidad racional y también sensible, artística, que no tienen ningún temor por sentir, por tocar la fibra de las emociones, bien vivas hoy después del confinamiento.

De ahí el interés por profundizar en los cerebros unicornio pues pueden ser claves para responder al cómo comenzar la reactivación, la reconfiguración, del día después, distinto, donde seguramente desde los niños exigirán los servicios que les haga más fácil la vida.

En el artículo de Cómo puede África tener éxito en la Cuarta Revolución Industrial, de Hanan Morsy, director del Banco de desarrollo africano, publicado por el Foro Económico Mundial, para aplicarlo a Colombia, con las similitudes de su población joven, se argumenta que sólo cuando África pueda colmar sus lagunas educativas y establecer las herramientas necesarias para una sociedad digital y entre en las características de  Cuarta Revolución Industrial (4IR): digitalización acelerada, inteligencia artificial (IA), computación en la nube, robótica, e impresión 3D, se trascenderá en formas obvias e importantes en la educación, el empleo y el futuro del trabajo, con la transformación del sistema educativo.

A finales de 2018, Facebook hablaba de crear unicornios latinos en cinco años, que tiene que ver con un claro propósito de elevar la calidad del talento tecnológico hoy para generar capital humano empleable, que pueda desarrollar start ups que se conviertan en grandes negocios y generar en cadena un ecosistema emprendedor exitoso con la oferta requerida. El ejemplo aplica también para toda acción.

Sortear con éxito la transformación junto con la presión por salir adelante impulsará sin duda formas creativas de la nueva actividad. Si bien rigurosamente una empresa unicornio supone llegar a tener una valoración de mil millones de dólares, la idea es percibir la importancia del origen de esta actitud y formación y mirar las señales de esta dura etapa. Bien unicornios, ardillas azules y distintivos varios, sea como sea, hoy, más que nunca, la creatividad se convirtió en un activo ineludible de transformación, en especial en esta etapa que viene de reconfiguración.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com