¿Se hundirá la Carta democrática?
ME sorprendieron gratamente las declaraciones de Santos en las que dijo que, frente al problema de caos, escasez y violaciones de derechos humanos en Venezuela, cree que ese país debe cumplir la Constitución y darle curso al referendo revocatorio. Otra cosa había dicho la ministra Holguín que, ingenuamente, opinó que el problema lo deben arreglar los venezolanos internamente mediante el diálogo. Sabemos que con el dictadorzuelo Maduro no se puede dialogar.
En la Asamblea de la OEA de Santo Domingo, Venezuela logró que aprobaran una resolución citando a una reunión extraordinaria del Consejo Permanente para hoy martes 21 de junio, para que oigan a tres infiltrados de la izquierda y amigos de Maduro, que quieren anticiparse a la sesión convocada para el próximo jueves 23 para discutir la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela. La tesis de los expresidentes Zapatero, que dejó a España prácticamente en la quiebra, Fernández, tres veces presidente de República Dominicana con poca fortuna, y Torrijos de Panamá, es que al bueno de Maduro hay que dejarlo gobernar sin injerencias externas. Son claramente mandaderos del dictadorzuelo a través de Unasur, el organismo que creó Chávez como un torpedo contra la OEA y al que se sumaron humildemente y con la cabeza baja los demás países suramericanos.
Quince miembros de la OEA, entre ellos Colombia y con la notoria ausencia de los socialistas del siglo XXI -Bolivia, Ecuador y Nicaragua- y de los caribeños, aprobaron en Santo Domingo una declaración saludando los esfuerzos de Zapatero, Fernández y Torrijos pero apoyando de una vez la reunión subsiguiente del próximo jueves para estudiar el informe de Almagro sobre la aplicación de la Carta democrática a Venezuela. Dice la declaración que alientan “el respeto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que consagra, entre otras, la separación de poderes, el respeto al Estado de Derecho y las instituciones democráticas y expresa (n) su apoyo a la aplicación justa y oportuna de los procedimientos constitucionales”, dando así algo de esperanza a que el mecanismo se pueda aplicar. Faltan votos para hacer la mayoría necesaria. Pero probablemente no se podrá contar con los de los caribeños sobornados por Petrocaribe. De hecho quedan pocos Estados decentes en el Continente. Aunque los Estados que hicieron esta declaración son los más desarrollados y poblados de América, los paisitos cuya población cabe, como lo dijo una vez un canciller brasileño, en el estadio de Maracaná, pueden hacer hundir la iniciativa y consolidar la dictadura en Venezuela. Pero eso no lo sabremos sino hoy por la tarde.
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Coda uno: Mientras en Colombia la miseria se agrava y los niños se siguen muriendo de hambre, el Gobierno se gasta la plata en parlantes y equipos de sonido y banderas de propaganda a un plebiscito que aún no ha sido aprobado y en mermelada para que los parlamentarios compren rodilleras e incensarios.
Coda dos: Se inaugura el nuevo canal de Panamá, una obra monumental que se hizo en menos tiempo que el túnel de La Línea y costó menos que el sobrecosto de Reficar.