La Comedia del Pájaro
El pájaro de Chávez anda revoloteando alrededor de Maduro como correveidile de los grandes “demócratas” de América, los hermanos Castro, expertos en manejo de “situaciones peligrosas” que atenten contra la estabilidad del régimen: envíe unos policías pero use especialmente las milicias inidentificables; cierre los medios de comunicación que “inciten” contra la revolución o, simplemente, muestren la realidad de lo que sucede; ponga presos unos revoltosos y amenace a los demás para que se asusten; ojalá que no haya muertos pero sí golpeados con fuerza y si hay muertos, pues los causaron los revoltosos para echarle la culpa al gobierno; amenace con detener a los dirigentes pero también diga que no lo ha hecho porque son unos cobardes que se esconden; en fin, échele a la oposición la culpa de lo que pasa: la escasez y el desabastecimiento porque los empresarios especulan, la inseguridad porque utilizan gamberros para aterrar a la población, el caos porque quieren tumbar al gobierno; utilice todos los poderes del Estado que para eso los maneja.
Maduro, por supuesto, sigue las instrucciones al pie de la letra porque ni su formación ni su inteligencia le dan para más. Manda sus milicias a golpear manifestantes, mete unos cuantos presos, pero no puede evitar que haya tres muertos; dice que los causaron los propios revoltosos porque Jaua, su ministro de Relaciones Exteriores, no vio nada; afirma que el partido de la Voluntad Popular que lidera Leopoldo López es el que impulsa la rebelión que quiere asesinarlo; hace que se presente en el Parlamento una moción para quitarle la inmunidad a Maria Corina Machado, una valiente diputada opositora a la que no han podido asustar ni a golpes; dice que van a detener a López pero que está escondido… en su casa; y bloquea la señal de NTN24 porque está transmitiendo imágenes diferentes a las del canal oficial Telesur.
Esta sería una comedia si no fuera porque Maduro había ya asaltado los canales de TV (Radio Caracas y Globovisión), cerrado más de ocho periódicos regionales y agarrado del cogote a los grandes medios por falta de papel. Todo añadido a la falta de los más elementales productos, como el papel higiénico, el dentífrico y la leche, que es lo que realmente produce la revuelta. El control del dólar y la inflación hacen que Venezuela deba más de 3 mil 500 millones de dólares a las aerolíneas y no se sabe cuánto a los exportadores colombianos que, por ambiciosos, siguen exportando.
No sorprende, sin embargo, que en América solamente los gringos hayan condenado al régimen del pajarito. Los demás tienen miedo de molestar a los Castro.
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Coda uno. Mientras en la Argentina la inflación mensual es del 3.7%, en Colombia la economía “va bien”, pero importamos arroz, algodón, azúcar y etanol y la industria tiene que cerrar, azotada por el contrabando.
Coda dos. Bélgica aprobó la eutanasia infantil. ¡Qué horror! Bolivia, en cambio, se negó a aprobar el aborto. Todavía queda gente que cree que es un crimen.