Día de los Veteranos
Desde la terminación de la Guerra de Secesión hace siglo y medio, los gringos conmemoran el Memorial Day o Día de los Caídos, como un homenaje a aquellos hombres y mujeres muertos en combate por su patria. Hoy se extiende a los veteranos en general, incluyendo a aquellos que han combatido pero han sobrevivido.
En su discurso del pasado 27 de mayo en el Cementerio de Arlington, Obama pidió a sus compatriotas cumplir con sus sagradas obligaciones hacia los veteranos. Hablando del carácter americano dijo que “la nación existe gracias a los hombres y mujeres que lo dan todo y ofrecen sus vidas para preservar y proteger la tierra que amamos.”
Los Estados Unidos no serían la potencia que son y que seguirán siendo a lo largo de este siglo si no fueran tan patriotas. Basta ver una mesa de comedor adornada con banderitas y símbolos el 4 de julio, día de la independencia.
Nosotros estamos lejos de ellos entre otras razones porque no tenemos patriotismo. O sí: tenemos la marcha “patriótica” que es, precisamente, lo contrario. Ser amigo de los grupos violentos no es ser patriota.
La falta de patriotismo se nota en la forma en que perseguimos a los militares. No es que en los Estados Unidos no juzguen a los soldados que cometen faltas contra la disciplina o contra el derecho internacional humanitario o cometan crímenes de guerra. Para eso tienen tribunales militares, muy severos por cierto. Pero considerar que los militares son “una de las partes en el conflicto” como han dicho jueces y tribunales civiles, armar una pelotera en el Congreso porque un cierto artículo de la reforma a la justicia penal militar, podría dar lugar a que los militares presos, que pasan de 2.500, sean favorecidos, la propia forma en que los medios titulan las noticias sobre la guerra que estamos llevando a cabo, o los discursos de Teodora en el exterior conspirando contra el Gobierno, son una vergüenza.
¿A algún congresista se le ha ocurrido una ley de honores a los soldados muertos, un día del veterano, una estampilla en su honor? Eso se debe a que en las escuelas ya no se enseña historia, ni cívica, y a que nuestros hijos no prestan servicio militar a menos que sean campesinos. Ese cáncer corroe las entrañas de la patria.
Recordemos que “la nación existe gracias a los hombres y mujeres que lo dan todo y ofrecen sus vidas para preservar y proteger la tierra que amamos”.
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Coda uno. Todd Howland, un gringo que representa aquí a la Comisionada de Derechos Humanos, se opone al fuero militar. A ver si es capaz de decir lo mismo en su país.
Coda dos. Petro dice que si no le aprueban su improvisado POT, lo dictará por decreto. Piensen en lo que hará si algún día, para horror nuestro, llega a la Presidencia.
Coda tres. El Gobierno venezolano se equivoca si cree que ladrando nos asusta. Aquí recibimos al que nos dé la gana.