Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Marzo de 2015

El falso bien

 

De cuando en vez, me da por regresar a mis orígenes. Por este motivo, nos reunimos el último curso de ovejos de la Esmic -Escuela Militar de Cadetes- el pasado 28 de febrero, para integrarnos y reconocer que en un período de nuestras vidas pertenecimos a la Esmic.

Y, no en cualquier época. Durante 1985 y 1986, uno de los tantos períodos difíciles de la historia contemporánea que ha padecido nuestra dolida Colombia. No en vano, decían que Colombia era el país del Sagrado Corazón y que, por esa razón, Colombia no se caía. Desde la Constitución de 1991, con la famosa libertad de cultos, dejamos de ser el país del Sagrado Corazón y así estamos.

Como cadetes de la Esmic vivimos en carne propia el Palacio de Justicia y Armero donde varios de nuestros compañeros perdieron a sus familias. El año pasado, unos alumnos  de Comunicación Social de la U. Sergio Arboleda hicieron un evento para conmemorar el aniversario de Armero. Aproveché para reunirme con varios de ellos. Presencié una charla sobre lo que pasó. Me quedé sin palabras.

En la misa de honor para los nuevos oficiales que ascendieron a generales, el Obispo castrense mandó el mensaje sobre los niveles de sacrificio que se deben realizar durante la prestación del servicio militar. Comentó sobre el falso bien.

En ese largo camino de la vida militar así como podemos caminar por el desierto, también podemos caminar por el Diluvio Universal. Son muy pocos los momentos en los que se camina con paz y tranquilidad. ¿Debemos continuar con los designios de Dios con el único fin de preservar la vida, honra y bienes de todos los colombianos? Preguntó el Obispo.

¿Cuáles son los designios de Dios? A  Noé, por ejemplo, el designio de Dios le hiso construir un Arca para salvar a los seres humanos junto con la fauna y la flora. Al final, solamente unos pocos fueron los escogidos para ingresar y los encargados de garantizar la vida durante el segundo período de la creación.

Algo similar sucede en las FF.MM. Su estructura piramidal hace que solamente unos pocos lleguen a la cima y esos serán los encargados de garantizar la vida, honra y bienes de los colombianos. Más en un período tan difícil y tan adverso y tan lleno de amenazas tanto internas, como externas, para nuestra dolida Colombia.

Es el caso de nuestros compañeros ovejos, ahora generales: López, Hidalgo y Peña. Ustedes, al igual que Noé, alcanzaron la cima. Felicitaciones. Al final de la misa, me quedé pensando en el tema del falso bien. El falso bien de la paz, por ejemplo.

Pulntilla. No encuentro la palabra “desescalonamiento” en la RAE. No entiendo: ¿Por qué Mancuso sí está en los EE.UU. y por qué los niños de Iván No? ¿No será que la insistencia por ‘Simón Trinidad’ es que él tiene la llave… de las cuentas en Suiza?

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI