AGH: secuestro impune
“El 29 de mayo de 1988 el jefe del Partido Conservador y director del periódicoEl Siglo, Álvaro Gómez Hurtado, como era habitual los días domingos, se dirigía a la Iglesia de la Inmaculada del Chicó para cumplir con el rito católico de la misa”.
Cuando leí con atención el editorial de El Nuevo Siglo sobre el secuestro de AGH por parte del grupo subversivo M-19 me dije a mí mismo, como diría Turbay: ¡caramba! Cómo pasa el tiempo. 25 años de los hechos. El secuestro del AGH quedó en la impunidad. ¿Por qué? ¿Por qué quedó impune? Por una sencilla razón.
Evidentemente, como diría Turbay, sus razones tendría el M-19 para secuestrarlo. Tal vez, AGH era un buen secuestrado así como un columnista de opinión lo consideró, en su momento, un buen muerto.
No contentos con secuestrar a AGH, los del M-19 se dedicaron a torturar y asesinar. Recuerdo a José Raquel Mercado. A un joven ejecutivo de la Texas a quien le cortaron un dedo para enviar como prueba de supervivencia a su señora madre. A un publicista prestigioso de Bogotá. A la hija de un banquero la secuestraron por las laderas entre Chía y Cota.
Se construyeron las leyendas. Que Jaime Bateman se robó una plática de esos secuestros y desapareció del mapa. Que Pizarro era un gran amante y excelente conversador. Que el M-19 se unió con Anastasio Somoza durante una visita secreta a Bogotá para lavar un dinero y crear una revista. En fin.
¿Cuál era el objetivo de todos estos actos terroristas? Muy sencillo. Presionar a la sociedad para reformar la Constitución Política.
No contentos con su accionar, el M-19 decidió dar el golpe mortal. La estocada final, como dirían los taurinos, a su gran faena.
En una macabra alianza con Pablo Escobar, se tomaron el Palacio de la Justicia a sangre y a fuego quemando, en primera instancia, todos los archivos judiciales que se encontraban en los diferentes procesos en contra de Pablo Escobar y sus secuaces. En segunda instancia: asesinando algunos magistrados.
La Constituyente de 1991 fue el resultado de la presión ejercida por el M-.19. Como parte de la negociación para que este grupo dejara las armas se decidió crear una figura muy taurina: el indulto y/o amnistía a todos los miembros del M-19 que hubieren delinquido. También cobijó a los del Eln. Bonito, así.
25 años después del secuestro de AGH los niños de Iván, desde el resort de La Habana, pretenden obtener la impunidad de todos sus actos delictivos. No se consideran victimarios y no piensan pedirle perdón a la sociedad.
Los del M-19 nunca pidieron perdón por sus actos. El secuestro de AGH quedó en la impunidad. Hoy, algunos de ellos ostentan en el poder o son brillantes columnistas de opinión.
Puntilla. Sé humilde para admitir tus errores, inteligente aprender de ellos y Maduro para seguir ca…