El Petro caos (6)
Bogotá se volvió una ciudad hostil, agreste, desordenada, maloliente, sin doliente. A nadie le duele lo que sucede en la ciudad. Como a nadie le duele, sus habitantes prefieren dejar las cosas así. “Mire, deje así”. “No discuta, mijo”. La rancia y frívola sociedad bogotana es muy dada a opinar, discutir, debatir. Pero a la hora de actuar, nanay cucas. Y al que actúa o propone algo osado como la revocatoria de Petro, le caen encima.
El 18 de diciembre pasado pasará a la historia como el día en que los bogotanos vimos con nuestros propios ojos de lo que es capaz un gobierno comunista como el del señor Petro.
Como bien cantaba el grupo inglés Eurythmics: a algunos les gusta abusar, a algunos les gusta ser abusados. A los bogotanos del siglo XXI pareciera que les gustara en demasía el masoquismo. Que los maltraten. Que los insulten. Que abusen de ellos.
Los compactadores de basura no solamente implican una falta de respeto grave, como diría la Procuraduría General de la Nación, sino un insulto a los bogotanos. Un abuso. El Espectador, en sus ediciones del fin de semana pasado, describe cómo fue el negocio. Los vendían por Internet, por chatarra, a U$ 2.000 y terminaron haciendo el negocio, socio, por una cifra superior a los U$ 30.000. Son más de 30 camiones, sumen no más.
¿Sí será cierto que desde la Presidencia de la República, al parecer, con el fin de apoyar a Petro, dieron la orden a la DIAN para que avalara a como diere lugar esa importación? ¿Quién dio la orden? Averígüelo, Vargas, averígüelo.
Los diferentes entes de control tienen en la mira a 8 gobernadores, 55 alcaldes, 90 concejales y demás funcionarios públicos. 56 alcaldes, más exactamente, con Petro. Existen más de 5 procesos de revocatorias en nivel nacional de mandatarios locales.
El mecanismo de la revocatoria a los mandatarios locales quedó consignado en la Constitución de 1991. Los del M-19 fueron quienes más apoyaron esta iniciativa. Paradojas de la vida: al entonces representante a la Cámara, Gustavo Petro, le dio por impulsar la revocatoria a Jaime Castro precisamente por el tema de las basuras. Hace 19 años.
¿A qué se debe el silencio del zar anticorrupción, Galán chiquito, en todo el tema de las basuras? ¿Lo mandaron callar? ¿Quién pagará los platos rotos de Bogotá?
¿Los bogotanos se van a tragar el sapo de Petro, así, no más? Y se vienen los colegios públicos…
Puntilla. Primero le quisieron hacer un envión a La Luciérnaga, luego fueron por Pacho Santos, después por Jose Obdulio y ahora con Juan Paz. En Argelia, Cauca, desde hace dos semanas yacen los cuerpos de una patrulla de la Policía emboscada que cayó en un campo minado. A nadie le importa. Entre más se conoce a Santos, menos santista se puede ser, Claudia López.