Protesta o vandalismo | El Nuevo Siglo
Jueves, 21 de Noviembre de 2019

No sabemos cómo terminará el paro nacional convocado para hoy, la protesta se debe a varias razones: inconformidad respecto a las pensiones, salario mínimo y reforma laboral, desempleo, salud, educación, altos costos del servicio bancario, de los servicios públicos e impuestos entre otras razones, pero la principal motivación más allá de las anteriores son políticas de la izquierda anunciadas desde el triunfo democrático y posesión del presidente Duque.

Gustavo Petro, legítimo perdedor de las elecciones presidenciales 2018, anunció que con algo más de ocho millones de votos, haría oposición desde las calles promoviendo marchas y así lo ha venido haciendo, pero este paro de hoy genera temor en la población, dado que antecedentes como Ecuador y Chile motivan a la gente a desestabilizar los gobiernos. El caso de Bolivia se registra similar aunque ahí la protesta fue para sacar al presidente de izquierda que tenía asfixiado a ese país con un régimen de dictadura y corrupción.

Pero volviendo al paro y las marchas de hoy, la preocupación no radica en el legítimo y constitucional derecho a protestar pacíficamente, sin agresiones ni destrucciones, el temor está en la infiltración tolerada de vándalos encapuchados, tanto aquellos que surgen de las universidades públicas, como de venezolanos y cubanos camuflados pagados por el régimen de Maduro, conforme a la consigna del Foro de Sao Paulo, que buscan el caos destruyendo la infraestructura, quemando buses de Transmilenio, vagones del Metro y Tranvía de Medellín, acabando con las estaciones, asaltando vitrinas y almacenes, agrediendo a la fuerza pública y creando terror en las ciudades.

Esta situación se torna muy delicada ya que el verdadero propósito es la desestabilización del gobierno y búsqueda del poder de la izquierda populista de Siglo XXI, embeleco que metió Chávez al continente con su fracasada revolución bolivariana, que no solamente trajo la miseria y el hambre al hermano país, sino del desplazamiento de casi 6 millones de venezolanos deambulando por el mundo, mendigando en las calles y rogando por una plaza de empleo, trayendo enormes costos a los ciudadanos de cada nación que los acoge con sus impuestos pagando la manutención de toda esa migración obligada.

Esa no es la figura que queremos en Colombia, por lo tanto rechazamos todo acto violento, intenciones políticas malévolas e intervenciones extranjeras para aprovecharse y llevarnos a la ruina con un sistema político decrepito y malintencionado como el propuesto por la izquierda populista e irracional, ávida de poder y destrucción de la democracia de gobiernos legítimos, que luchan por mantener la paz y equidad en la patria.  

Rechazamos cualquier acto virolento, pero también reconocemos el derecho a la protesta pacífica. Creemos y respaldamos al gobierno del presidente Duque y la democracia en Colombia. Somos la Colombia Creyente que reconocemos a Dios como ser supremo del Universo y luchamos por una vida mejor para nosotros y nuestras descendencias inspirados en los valores de vida y familia.  

arangodiego@hotmail.com