Me da mucho orgullo que gracias a nuestra gestión ya sea una realidad que todos los servicios de video bajo demanda deban disponer, para sus usuarios en Colombia, de una sección fácilmente accesible que incluya las obras audiovisuales de origen nacional. Esta es una muy buena noticia, pues se trata de impulsar una industria que genera empleo y es clave para la construcción de identidad nacional. Tan solo en Bogotá en 2018 estaban registradas 8.991 empresas dedicadas a este negocio, las cuales facturaron $6,4 billones de pesos y exportaron $209,2 millones de dólares, generando más de 56.700 empleos.
Esta medida aplicará a plataformas como Netflix, Amazon Prime, Claro Video, HBO Go, entre otras. Todas estas plataformas tendrán una sección exclusiva que destaca el contenido colombiano, tal como sucede hoy con producciones de EE.UU., España, y otros países.
Y es que uno de los temas que me apasiona, en el que trabajo y que estoy convencida debería ser protagonista en la agenda nacional es la nueva economía. Se trata de cómo en Colombia nos preparamos para aprovechar al máximo los beneficios de los negocios globales, con potencial de crecimiento extraordinario, basados en tecnología, cada vez en mayor sintonía con la preservación del medio ambiente.
Las plataformas de video bajo demanda hacen parte de esta nueva economía. A través de los avances en la cobertura de internet y de la mano de la innovación han cambiado la manera en que vemos televisión. Estos servicios crecen a un ritmo acelerado y tienen una audiencia global. Un estudio de la firma consultora Deloitte, señala que para el 2022 el 80% del mercado mundial de contenidos será vía streaming.
Se trata de una industria con un crecimiento acelerado y Colombia no es ajena a este fenómeno. Según un informe de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en el 2019 el 42% de los hogares colombianos consumían contenido audiovisual en plataformas de video bajo demanda. Se espera que este año tenga un crecimiento aproximado del 20% respecto al año anterior. Un buen ejemplo en el país es Netflix, sus usuarios han crecido 300% de 2014 a 2019, pasando de 500 mil suscriptores a 2 millones de suscriptores.
Y es que Colombia tiene todo para ser protagonista en la región. Según el MinTIC, Colombia es el tercer mercado más grande de América Latina por población y el cuarto con más suscriptores con (12.8 millones). Se calcula que en tres años los ingresos regionales para las plataformas de video bajo demanda alcanzarían 6,43 mil millones de dólares al año. El 83% procederá de los cinco mercados principales: México, Brasil, Colombia, Argentina y Puerto Rico.
Así las cosas, es una tarea inaplazable regular las condiciones en que compiten las plataformas de video bajo demanda de cara a las necesidades actuales del mercado. Hace parte de la responsabilidad que tenemos como país para poder aprovechar los beneficios de estas plataformas al máximo e impulsar el crecimiento de la industria audiovisual nacional.
Tener una sección exclusiva de contenido colombiano en las plataformas de video bajo demanda es una oportunidad para visibilizar las producciones nacionales: ganan libretistas, actores, directores, técnicos. Gana la industria nacional. No es suficiente, pero es un buen primer paso para que los productores colombianos se puedan parar en la cancha para competir y ganar.