Premio Simona Amaya | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Julio de 2019

Llamar a las mujeres el sexo débil es una calumnia; es la injusticia del hombre hacia la mujer.

Mahatma Gandhi.

 

Cualquier momento es oportuno para reconocer el valor y la importancia de la participación de la mujer criolla en la independencia de los países Bolivarianos. Por eso deseo resaltar que en la celebración del Bicentenario de nuestra independencia la gobernación de Boyacá, haya creado el Premio Mujer “Simona Amaya”, la niña, que se camufló como soldado varón en el ejército libertador para ir a brindar su vida por nuestra libertad, en la batalla del Pantano de Vargas.

Es indudable, indiscutible y por ende muy cierto, que aunque es tardío el reconocimiento, la mujer, boyacense, santandereana, capitalina, casanareña, y de muchas otras regiones de nuestra geografía, ofrendaron su vida, sus bienes su tranquilidad y su fortaleza para apoyar al ejército libertador, dejando huella de lucha, pundonor y libertad. Destacamos a raíz de este premio, a algunas de las heroínas boyacenses como Matilde Anaray, Juana Velasco de Gallo, Estefanía Parra, María Josefa Canelones y Clara Tocarruncho.

Yuly Maribell Figueredo, de la Casa de Boyacá dijo: “Hemos querido destacar y rescatar los valores y el aporte que hicieron estas mujeres a la gesta libertadora. Tenemos cinco categorías para que las mujeres laboriosas, trabajadoras, empresarias, militares y académicas logren participar”.

El maestro Eduardo Malagón Bravo, quién aportó varias de sus obras agregó sobre el premio: “Vamos a comenzar una proyección a nivel nacional de Simona Amaya y de todas las heroínas de Colombia, el objetivo es universalizar y proyectar a Boyacá en el ambiente nacional e internacional”.

Estas mujeres, a quienes queremos destacar en esta nota, fueron protagonistas de primer orden en las batallas por nuestra Libertad, por eso al lado de Simona Anaya, destacamos sin pretender hacer un listado total, a Policarpa Salavarrieta, la reconocida y recordada “ La Pola” a quien fusilaron de espalda,  Matilde Anaray de Socha, quién a sus 13 años, encabezó el acto en el que fueron convocados a la iglesia los feligreses que ofrecieron su ropa al ejército del Libertador, Manuela Beltrán  reconocida por haber iniciado la lucha pre-revolucionaria en Colombia.

Juana Velasco de Gallo, líder de un grupo de mujeres tunjanas que dotó al ejército del libertador de camisas y pantalones y le regaló a Simón Bolívar su caballo “El Muchacho”, con el que el Libertador resultó vencedor en la Batalla de Boyacá.

Mercedes Ábrego, norte santandereana que fue fusilada por haber confeccionado un fino traje para el Libertador.

Antonia Santos, preparó el primer grupo de revolucionarios independentistas que funcionó en El Socorro, fue fusilada en la Plaza del Socorro, junto a varios de sus compañeros de lucha. Evangelista Tamayo Tunjana, luchó bajo el mando de Bolívar, alcanzó el rango de capitán y murió en Coro en 1821.

Como dice Aída Martínez, “con la reconquista de 1816 la mujer colombiana alcanzó su mayoría de edad”. Sólo nos queda, en esta celebración del Bicentenario, resaltar y dejarle como enseñanza a las nuevas generaciones, la memoria del heroísmo y sacrificio de la mujer emancipadora.

lorenarubianof@gmail.com