Quiero contarle la historia de Carlos. Nació en una familia campesina de Ciudad Bolívar, un municipio en el suroeste antioqueño. Al terminar el bachillerato en su pueblo, viajó como muchos a Medellín a buscar un mejor futuro, meses después ingresó a trabajar en una importante empresa productora de alimentos. Su función era la de operario, de lunes a viernes operaba una máquina de alta tecnología. Rápidamente Carlos dominó las tareas que le fueron encomendadas, y como las hacía con facilidad y agilidad, empezó a dedicar su tiempo a pensar como podía la gerencia mejorar diferentes procesos que le permitían producir a mayor velocidad, sin afectar la calidad del producto. Semanas después se atrevió a contarle sus ideas al gerente, su propuesta solucionaba problemas que llevaban varios años tratando de resolver, era más innovadora, efectiva y eficiente que las que habían hecho consultoras importantes. Carlos pasó de su cargo de operario a director de operaciones para que pudiera liderar la transformación productiva de la empresa, al mismo tiempo la gerencia le dio una beca para que entrara a estudiar ingeniería, al tiempo que continuaba su labor.
Rápidamente gracias a su inteligencia, la empresa logró ahorros superiores al 15% mejorando la calidad del producto y los tiempos de fabricación. Por su mérito fue rápidamente recompensando con un mejor cargo que implica un mejor salario y la posibilidad de hacer sus estudios universitarios. Hoy Carlos, tiene una Maestría en Administración y es actualmente el vicepresidente de producción de esta importante compañía. Tiene tres hijos, dos de ellos terminan su bachillerato en uno de los mejores colegios de Medellín y el tercero hace su pregrado en una de las mejores universidades del mundo.
Las empresas privadas están basadas en uno de los principios humanos más bonitos, el premio al mérito individual. El trabajo duro, la preparación, y la creatividad son rápidamente premiados y permiten a millones de personas salir adelante. Las empresas colombianas están llenas de historias como la de Carlos, son héroes silenciosos que hacen de Colombia un mejor país. Hoy, en medio de esta grave crisis económica y social producida por las decisiones de los gobernantes para enfrentar la pandemia del Covid-19, conozco cientos de historias de empresarios que han vendido todo su patrimonio para poder seguir pagando el salario a empleados como Carlos.
Todos conocemos historias como la de Carlos, y muchos somos Carlos. Debemos dar a conocer la heroica labor de las empresas, especialmente a las nuevas generaciones.
Apoyemos a nuestras empresas. El tanque de acción Libertank está invitando a un acto simbólico el próximo miércoles 7 de octubre, de 9 a 10 de la mañana.
Ese día, a esa hora, y cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad, salgamos al frente de las empresas donde trabajamos, con mensajes, afiches, pancartas e historias como la de Carlos, apoyando a nuestras empresas. También volvamos tendencia en redes el apoyo, y agradezcamos a las empresas usando el HT #PorMiEmpresa.
¡Salgamos todos!
Twitter: @camiloguzmansa