P . Sergio Córdova LC | El Nuevo Siglo
Domingo, 14 de Febrero de 2016

SAN LUCAS 4, 1-13

El demonio, ¿Sólo un mito?

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.’
Jesús le contestó: ‘Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: ‘Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo.’
Jesús le contestó: ‘’Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".’
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: ‘Encargará a los ángeles que cuiden de ti’, y también: ‘Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras’.
Jesús le contestó: ‘Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".’
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

Meditación del Papa Francisco

El evangelista describe la prueba afrontada voluntariamente por Jesús, antes de iniciar su misión mesiánica. Es una prueba de la cual el Señor sale victorioso y que lo prepara a anunciar el Evangelio del Reino de Dios. Él, en aquellos cuarenta días de soledad, se enfrentó a Satanás “cuerpo a cuerpo”, desenmascaró sus tentaciones y lo venció.

La Iglesia nos hace recordar tal misterio al comienzo de la Cuaresma, porque ello nos da la perspectiva y el sentido de este tiempo, que es tiempo de lucha -en la Cuaresma se debe luchar- un tiempo de lucha espiritual contra el espíritu del mal (cfr. Oración colecta del Miércoles de Ceniza). Y mientras atravesamos el ‘desierto’ cuaresmal, tenemos la mirada dirigida hacia la Pascua, que es la victoria definitiva de Jesús. He aquí entonces el significado de este primer domingo de Cuaresma: volver decididamente al camino de Jesús, el camino que conduce a la vida. Mirar a Jesús, qué ha hecho Jesús e ir con Él.(Homilía del  22 de febrero de 2015).

Reflexión

La verdadera tentación no es el mero hecho de saciar su hambre, sino que lo que pretende Satanás es algo muchísimo más grave: apartar a Cristo de su misión. El Padre había mandado a su Hijo al mundo como Siervo paciente, para redimir a la humanidad a través de la cruz y del sufrimiento. Y el demonio quiere que haga uso de su poder taumatúrgico en provecho propio y que se sirva de su mesianismo para su servicio, comodidad y complacencia personal. También quiere que tergiverse su misión y que se rebele ante Dios. Y éstas siguen siendo las tentaciones con las que Satanás quiere hacernos sucumbir también a nosotros.  Aprendamos hoy la lección de Cristo y no le sigamos al juego a ese mentiroso y estafador. El demonio siempre nos pinta las cosas de "color de rosa" y nos engaña, como las sirenas a los navegantes. Ojalá aprendamos de nuestro Señor a afrontar la tentación como Él: con la oración, la vigilancia, el sacrificio -eso es el ayuno-, y la lucha tajante contra la tentación.

*Catholic.net