“Ingreso de hogares apenas para gastos ineludibles”
MIRADOR
Apretados
El presupuesto nacional, el de Bogotá y las regiones, no está para fiestas. El ingreso de los hogares apenas alcanza para gastos ineludibles. No hay un peso para derroche en inicio del último bimestre de 2015. Las entidades financieras cierran el año con liquidez, pero una moderada demanda por nuevos créditos. Los pagos con tarjetas de crédito se mueven poco a partir del repunte del dólar frente al peso. El comercio factura menos que hace un año, y la Navidad y el año nuevo, pintan difíciles.
La capacidad financiera del Gobierno se parece mucho a la de las familias. Está corto el ingreso y deben aplicarse recortes en gastos e inversiones. El ejecutivo ha ahorrado o dejado de mover alrededor de $ 2 billones en dos años. Ha congelado nómina y frenado pagos de inversión social debido al apretón fiscal causado por pobres precios del petróleo y menor crecimiento económico. Cerca de $ 800 mil millones se han dejado de gastar en funcionamiento del Estado, nómina, papelería, compras estatales, telefonía celular, combustible, asesorías y publicidad. El resto de este año van a ser otros $ 200 mil millones.
En el caso de los hogares, la percepción de país-Gobierno es de negativa a moderada. La gente anda inquieta por noticias de crecimiento lento de la economía global, menor PIB en el país, devaluación, nuevas alcaldías, gobernaciones y concejos municipales. Sensación es de prudencia y ahorro. La idea es no endeudarse ni tomar decisiones de inversión hasta que el escenario muestre mejores señales en indicadores de pobreza, equidad y distribución de renta. La capacidad de pago de asalariados está al tope y para fin de año todo indica que habrá cautela y austeridad en el bolsillo.
Las empresas necesitan financiación para noviembre y diciembre por concepto de pago a proveedores, rotación de inventarios e importaciones. Los consumidores, a su vez, requieren recursos para separar cupos de colegios, universidades y compras navideñas, sin olvidar viajes y esparcimiento.
Complicado entorno global y crecimiento lento de nuestra economía obliga a ser moderados con gastos e inversiones. Si no hay empleo ni ingreso, ¿qué decir?
En buena hora el presidente del Fondo Nacional de Garantías, FNG, Juan Carlos Durán, anunció $ 2,4 billones para reimpulsar la vivienda de interés prioritaria para ahorradores, VIPA. Serán 86 mil nuevas viviendas para los pobres. Los bancos ya desembolsaron $ 26.254 millones para construir 1.234 casas. Hay en reservas, pendientes de desembolso, $ 91.988 millones para otras 4.215 viviendas. Serán adjudicadas a familias que ganen hasta dos salarios mínimos y tengan un ahorro equivalente al 5% del valor del inmueble, unos $ 45 millones.
La noticia del FNG es un empujón a la economía social y el empleo a través de la construcción de techos baratos para la población más necesitada.