“No hay cabida al drama ni al pesimismo”
MIRADOR
Lo nuestro
El país se mantiene a ‘flote’ política y socialmente; en tanto que la economía, aunque no mucho, crece mejor que promedio de la región.
Diferencias con Venezuela se manejan sin desatender lo cotidiano. Incertidumbre fronteriza recibe atención tangible del Gobierno, pero sin descuidar otros temas nacionales ni bajar alertas sobre la economía. Dar prioridad a familias expulsadas desde Venezuela no implica desactivar alarmas frente a devaluación, precios del petróleo y menores reintegros por exportaciones. No ha incurrido el ejecutivo en confundir los papeles. No ha caído en desesperación ni improvisación. No ha dejado del lado sus tareas cotidianas en medio de la crisis en la frontera con Venezuela.
La Nación marcha con las dificultades propias de una economía menos próspera, en tanto que se cubren necesidades básicas de más de 10 mil familias ubicadas en regiones fronterizas con el vecino país. Empresarios colombianos no han declinado sus compromisos comerciales con Venezuela. Ningún exportador se ha ofuscado pese al conflicto en la frontera común. Temas puntuales como declaración y pago de renta, ICA e impuesto a la riqueza, siguen su curso, en medio de aguas revueltas en la frontera.
Economía crece al 3% y ese parece ser el más posible guarismo para este año. El país requiere PIB mayor al 5% anual, pero qué le vamos a hacer, entorno global está complicado y pocas regiones andan bien.
Los bancos no dejan de prestarles dinero a las empresas y a las personas. Las Mipymes se endeudan para capital de trabajo, especialmente pago de nómina y compra de activos fijos.
La confianza de consumidores no es favorable debido al nerviosismo que causan la tasa de cambio, el menor crecimiento económico, el mal momento global y el declive de hidrocarburos. Sin embargo, el comercio vende, rota inventarios y liquida saldos. Las ventas con tarjetas de crédito se mantienen en buen punto, aunque tasas de interés caras. La facturación de grandes superficies, hipermercados, bares y restaurantes no es mala y para fin de año podría mejorar.
Constructores siguen vendiendo y demandando materiales para vivienda, con alzas en precios por cuenta del dólar.
Industria no está cómoda ni a gusto con producción, ventas y exportaciones, pero la situación tiene mucho que ver con el mal momento de economía internacional, en EE.UU., zona euro y América Latina. Al café de Colombia le va mejor, crece producción y se nutren vínculos con importadores y consumidores. Nuevo enfoque cafetero comienza a sentirse con dirección de Roberto Vélez.
Ensayo por la paz desde Cuba, prosigue con fe, dudas y esperanzas. La casa no está para fiestas, pero aquí no hay cabida al drama ni al pesimismo. Dificultades nos hacen fuertes. Lo nuestro es persistir.