Bajo estrés

El sector privado no comparte posibilidad de volver a horas extras y dominicales en jornada laboral colombiana. Se subirían costos de nómina y según empresarios sería más difícil contratar nueva mano de obra. Son dos formas de ver el asunto. De un lado es preciso refinar tortuoso régimen laboral tantas veces cuestionado por patronos y firmas extranjeras ubicadas en Colombia.

Segundo enfoque pasa por garantías que debe otorgar el ejecutivo para ambiente laboral que propicie condiciones favorables a empresarios, pero también dignidad para  trabajadores. Y un tercer elemento: ¿qué tan objetivo es que sin extras ni dominicales abren nuevas plazas en las compañías? Seguir removiendo obstáculos en sistema laboral y abonando beneficios fiscales a empresas ¿es sinónimo de más empleos? No pagar extras y dominicales, recargos por festivos, ¿ayuda a contratar nuevos trabajadores en aparato productivo?

La respuesta debería estar incluida en seguimiento que DANE hace a tasa de participación laboral en sector privado del país. Cuestionamiento que se formulan no menos de 2 millones de ciudadanos desocupados y unos cientos de miles más en el campo. Las empresas contratan operarios, reducen o congelan nómina dependiendo de cómo les vaya en producción, ventas, exportaciones, costos financieros y valor mensual de sueldos a obreros y ejecutivos.

No he escrito la primera noticia ni la he leído de algún colega dando cuenta de que una compañía tal aumentó empleo gracias a no tener que asumir costos de extras ni dominicales. Tampoco redacté ninguna noticia señalando empresas que generaron nuevos empleos al amparo de estímulos tributarios anti-técnicos, innecesarios e inequitativos en nuestro estatuto impositivo.

El quid del asunto es que si usted es desempleado lo que necesita y quiere es que le den un trabajo digno y estable. Si es trabajador, pues que le paguen por lo que trabaja. Entonces surge otra inquietud: ¿y es que no hay cientos de compañías que hacen trabajar a sus gentes dos y hasta 4 horas más de la jornada regular diaria?

No es descubrimiento encontrarse con empresas que fijan sus propias reglas laborales a capricho del dueño o gerente. Someten trabajadores a largas semanas de trabajo y ni un peso más.

Empresas de seguridad privada que obligan a sus vigilantes a doblarse de turno sin descanso durante todo el mes. En varios casos sin seguridad ni protección social o con atrasos en aportes a salud. Sin considerar precarios pagos a bachilleres y profesionales en empresas donde persisten acoso, maltrato verbal y el ultraje de si no le gusta, puede irse. Y por miedo a perder el puesto, cuantos hombres y mujeres soportan la humillación.

Terrible trabajar bajo estrés de patronos capataces. ¡A quien le caiga guante, que se lo chante!