Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Mayo de 2015

MIRADOR

Coraje

El  clima nacional no es el mejor hoy en términos de confianza, optimismo y esperanza. Hay un sinsabor frente a las Farc, al paro de maestros, al equilibrio de poderes y a la inseguridad ciudadana. Sin embargo, no conviene perder el rumbo. Lo peor que podría pasar es que las gentes pierdan la fe en su porvenir y el moderado optimismo en su nación. No debemos ir al despeñadero social del desespero y la histeria colectivos.

Las encuestas que señalan el flojo estado de ánimo de las personas frente a su país y su administración, no puede llevarnos a la duda, el miedo y el derrumbe del espíritu.

El coraje es lo que llama ahora. No es fácil el momento. La encrucijada de la paz o el conflicto sigue latente, pero no hay que claudicar en el cese de hostilidades. El sentimiento nacional está herido. Hay dolor de patria y resentimiento cultural, social, étnico, económico y político contra los alzados en armas que han sembrado dolor, muerte, secuestro y ni cinco de perdón.

De cada 10 nacionales, 9 quieren que ese grupo subversivo pague cárcel por los crímenes atroces. Todos queremos que no reclute menores, y también que libere los que ya tiene en sus filas. Las víctimas de la violencia, no asimilan aún un proceso de paz sin pleno y riguroso sometimiento a la justicia de estos delincuentes. No es sencillo olvidar y perdonar, pero es justo reflexionar, desarmar espíritus y hacerlo con valor.

Adicionalmente, las cosas por estos días son complicadas por cuenta de marchas, paro de docentes, aumento de atracos en el sistema masivo de transporte. El nerviosismo aumenta además con un entorno económico difícil que da cuenta de reducción de empleos en petroleras, encarecimiento de bienes y servicios por culpa del dólar caro, menores regalías y reducción del consumo en hogares.

En contraste, hay un panorama favorable: sigue cayendo tasa de desempleo, se sostiene la confianza inversionista, la economía colombiana crece menos, pero es la que más marcha en América Latina, estables tasas de interés para el crédito y hay avances en infraestructura. Aunque hay cerca de 2 millones de personas sin trabajo en el país, es alentador que este Gobierno haya sostenido la reducción de la tasa de desocupación y apueste a 700 mil nuevos puestos este año.

Es motivador que pese a descenso en ingresos petroleros y escalada del dólar los fundamentales de la economía no se deterioran, se mueven inversiones en sectores estratégicos, se consolida restitución de tierras y creación de empresas. El precio de la gasolina se mantendrá este mes y habrá aumento de fuerza pública en Transmilenio para frenar atracadores.

Unas de cal y otras de arena. No ignoremos la cruda realidad, pero sin perder tren del optimismo.