MONSEÑOR LIBARDO RAMÍREZ GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Julio de 2014

Por Colombia y por la humanidad

 

“Con la mayor altura de miras, el Episcopado sigue sus labores”

 

Acababa de realizarse nueva Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. Ochenta y tres prelados que sirven al pueblo de Dios en Colombia congregados en ambiente de fe,  con previo retiro espiritual para poner ante el Señor, una vez más, la voluntad de plena vida y acción según el querer divino. Con  reafirmación de fraterno empeño en las comunes tareas, vistas como las más convenientes para una eficiente pastoral, a lo largo y ancho del país.

Hubo en esta Asamblea detenido examen retrospectivo de cuanto desde sus distintos departamentos, encargados de impulsar los frentes de pastoral se había realizado, en el último trimestre. Se destacó la forma bien organizada de la labor bajo la dedicada guía del cardenal Rubén Salazar, y sus proyecciones para proseguir entusiasta labor bajo la dirección del nuevo presidente Mons. Luis Augusto Castro, de quien esperamos obrar con la debida ponderación. Que esté en pie la labor generosa del ayer y del mañana, en unidad con el muy apreciado papa Francisco, para quien hubo efusivo saludo y ofrecimiento mutuo de oraciones.

Dentro de ese conjunto de actividades que se vienen realizando, y se procura sigan cada día con más entusiasmo y eficiencia, está en primer término lo relacionado con la educación, en donde hay tantos aspectos positivos para cultivar, pero, a la vez, necesidad de develar campañas totalmente nocivas que se están haciendo en Bogotá y en otras sitios del país en cuanto a proyección de vida con total ausencia de Dios, y, en lo sexual, con ambientación a las más aberrantes desviaciones. En la mira de la pastoral sigue, la defensa de la familia, sociedad de vida y amor que lidera bien estructuradas parejas, de varón y mujer, en consorcio de  amor, sacando adelante hijos bien formados al servicio de una patria ordenada y digna. Todo el tema de formación y de actividades en el campo social sigue siendo permanente preocupación del Episcopado en Colombia, animado, por la voz del papa Francisco, que quiere todo impulso en estos frentes como animación y fruto de un Evangelio vivido en alegría.  

Son, al menos, quince (15) los frentes de acción positiva, animados en forma conjunta por la Conferencia Episcopal, entre los cuales el de la defensa de la vida, a partir de principios naturales y de fe, desde la concepción hasta la muerte natural, y el de la paz como clamor cristiano pregonado por Cristo desde su nacimiento hasta su saludo una vez resucitado. Es que seguimos percibiendo preocupante obsesión, en los esfuerzos de ciertos parlamentarios y organizaciones, por  lograr autorizar toda clase crímenes, en especial hacia niños por nacer y hacia enfermos y ancianos, con una dolorosa pasividad ante esas nocivas acciones y poco apoyo a las campañas que por fe e instinto de conservación se lanzan por valerosos defensores de la vida.

Sigue particular preocupación  por el tema de la paz, por el cual hemos de trabajar todos en Colombia, pero por “una paz con los ojos abiertos”, como dijera, en un momento, García Márquez. Una paz que exija arrepentimiento de un pasado de crímenes, castigo por crímenes atroces  y nada de ventajas o privilegios para los delincuentes de ayer.  Este tema fue tocado por los Obispos en todo un día de reflexión, sobre los cuidadosos pasos para llegar a resultados realmente benéficos para el país y no despeñaderos a peores días para Colombia. Nuevos días de reflexión, ante Dios y ante la Patria, tendrá el Episcopado, en agosto, libres de banderías o encaprichadas líneas, sin descalificaciones para quienes discrepen de determinados  procesos, y solo teniendo ideas sanas, conductoras, y con miras al verdadero bien común.

En ese ambiente, con la mayor altura de miras, en cordiales relaciones, está un Episcopado generoso y entusiasta en sus labores de trabajo asiduo por Colombia y por la humanidad.

Email: monlibardoramirez@hotmail.com

*Presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional.