Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 9 de Noviembre de 2015

“Imposibilidad de mantener absoluta coherencia de un postulado”

LA NUMEROLOGÍA

Curiosidades y brujería

Uu  matemático aficionado a paradojas y a Pitágoras tiene por pasatiempo escudriñar el postulado de Gödel respecto a la imposibilidad de mantener la absoluta coherencia de un postulado. Lo cual  fastidia a los sico-rígidos positivistas, escolásticos modernos. Para los lectores el amigo envió un conjunto de números dígitos que sumados dan diez, y que representan los años decisivos en el recorrido humano. Esta es la lista: 19, 28, 37, 46, 55, 64, 73, 82 y 91.

Los árabes son dados a la numerología y nos legaron los números arábigos y el cero sin lo cual las matemáticas actuales serían imposibles. Por no mencionar el número Pi, sin el cual las catedrales góticas no se habrían podido erigir en la atrasada Europa. En fin, aficionados árabes afirman que la fecha 9-11 del atentado de las Torres Gemelas en N. Y. , no es fruto del azar. En cualquier caso el número 9-11 es el mismo  para las llamadas de auxilio que se usa en Estados Unidos… ¿La CIA habrá notado?

Hablando de imperios, Spurrina  arúspice romano del s.I. AC., pronosticó y confirmó a Julio César su muerte en los Idus de marzo. Si Spurrina hubiese estado al tanto de la conspiración su profecía reiterada en las calles de Roma le habría costado la vida de parte de los amigos de César o bien de sus asesinos evidenciados. Los romanos de la elite no eran incautos como lo demuestra la obra fascinante de Ciceron sobre La Adivinación. Otro contemporáneo de César, Virgilio, predijo en su IV égloga el nacimiento de un niño prodigioso y sobrenatural que destronaría a los dioses e inauguraría “una serie de nuevos siglos”, esta peligrosa blasfemia fue la precursora del actual calendario…

 Dante en la Divina Comedia reconoce que su guía de ultratumba es Virgilio “y él me introdujo en las secretas cosas” (canto 3,18). En efecto, Dante describe las estrellas de la Cruz del Sur que no se ven en Europa, las describe en el siglo XIII antes del sacerdote Copérnico  y  de Cristóbal Colón…

García Márquez se preciaba de periodista, insistía en que lo que escribía tenía base en hechos factuales. En su autobiografía Vivir para contarla  atestigua un caso de brujería en la que a un hombre  “le hicieron crecer” una bestia en el vientre. Se sometió a cirugía y el médico le halló  “un engendro sin forma pero con vida propia” (p.417, edit. Norma.) Supuse que esta preñada tan macha sería rebatida por alguna academia de medicina, o al menos mencionada por algunos genetistas admiradores de nuestro Premio Nobel. Pero no. Acá solo se destacó con consternación un lapsus sobre el nombre de un general de la República…