LUIS CARLOS PEÑA MOSQUERA | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Junio de 2014

MOMENTO CRÍTICO

Guerra o paz

“La  violencia es una gota de aceite que se extiende por todo el universo, que termina afectando todo lo que le rodea, seres humanos sin ninguna discriminación, niños, adolescentes, ancianos, mujeres inocentes”.

Colombia vive uno de los momentos más críticos de su historia en la búsqueda de la tan anhelada paz. Estamos en una campaña presidencial donde se exponen argumentos,  teorías, publicidad, sólo para derrotar al otro candidato. Argumentos sin esencia humana. Todo se está haciendo bajo la teoría de Maquiavelo “el fin justifica los medios” Y el fin es conquistar la Presidencia, los medios, las mentiras a un pueblo vacío de cultura política.

La mayoría de los colombianos navega en un barco sin timonel, pues unos quieren acabar con la guerrilla utilizando más cañones, más aviones fantasmas, más ejército, ejército que es el mismo campesino dotado de uniforme militar con fusil al hombro enfrentándose con otros niños campesinos reclutados por la guerrilla, que le sirven de anillos de seguridad a los grandes jefes guerrilleros.

En este barco sin timonel muchos de sus tripulantes  desconocen los orígenes de la violencia. Ignoran que muchos de los que están en la guerra, lo hicieron  porque unos bandidos asesinaron a sus padres, a sus hermanos. Estas víctimas llenas de dolor y de sed de venganza salieron a destruir a sangre y fuego a sus agresores. Su misión ejecutar el “ojo por ojo y diente por diente”. Esto trajo como consecuencia que cada día se multiplicaran las víctimas. Al que asesinó a mi padre, yo le acribillo sus hijos, luego este matará a los familiares de su victimario. Estaremos ante una cadena sangrienta sin fin, igual como se cae un castillo de naipes.

Sin embargo, esta cadena no se tiene en cuenta, todos a una tienen un culpable, el punto concluyente abstracto ha sido la política, el abandono de los humildes por la clase dirigente. Piensan que creando nuevos partidos políticos desaparecerá la violencia por arte de magia. Los críticos del proceso de paz ignoran la importancia de los instrumentos que se crearon para la resolución pacífica de conflictos. La ley creó la conciliación como un proceso a través del cual se desarrollan estrategias para transformar, evolucionar, reajustar las relaciones que se tejen en su interior: lo que se expresa en la modificación de las condiciones sociales que los favorezcan, en procura de garantizar el desarrollo humano de sus integrantes, en este caso guerrilla-gobierno.

Para estos críticos la conciliación no tiene  validez. Sus argumentos, son los de que en muchas oportunidades  se han instalado mesas de diálogo que han fracasado, como en México, San Vicente del Caguán, etc. Se les olvida que en estas mesas de diálogo, como la de San Vicente del Caguán, la guerrilla fue despojada de su máscara de bondadosos campesinos, debilitada su imagen de humildes labriegos que luchaban por la población desposeída y marginada de las oligarquías. Ahora todo el mundo los repudia.

En estas elecciones presidenciales nos enfrentamos una vez más a la decisión de seguir el camino de la paz que es el diálogo frente a frente con los guerrilleros, o seguir el de las armas.

Por ello es necesario dar nuestro voto de confianza al camino de una verdadera paz. Así se den fracasos en las negociaciones, el mejor camino es el diálogo. Aunque no les guste a muchos, la búsqueda de la paz se hace dialogando con los enemigos, con los actores del conflicto, no con los amigos.