Del juicio de Núremberg al proceso de paz con las Farc hay mucho trecho. Terminada la Segunda Guerra Mundial, las naciones aliadas vencedoras promovieron lo que se conoce como los Juicios de Núremberg, dirigidos por el Tribunal Militar Internacional, (TMI), en contra de los principales sobrevivientes del régimen amoral nazi.
La tipificación de los crímenes fueron los siguientes: crímenes contra la paz, crímenes de guerra, tales como: asesinatos, malos tratos, trabajos forzados, ejecución de rehenes, saqueo de bienes públicos y privados, destrucción innecesaria de ciudades; crímenes contra la humanidad: reclutamiento forzoso, la deportación, la devastación, persecuciones por motivos políticos, raciales y religiosos.
La anterior introducción histórica para comentar que la semana pasada se presentó una de las sesiones conjuntas del Senado y la Cámara de Representantes en la que se solicitaba a la Presidencia del Congreso establecer si dicha rama del poder público tiene las competencias para objetar las sentencias emitidas por la Corte Constitucional en temas ya fallados.
Por tratarse de un tema particular, se abrió un espacio para escuchar a la Corporación Rosa Blanca, liderada por Lorena Murcia, quien denunció que su colectivo no ha sido tenido en cuenta por la Justicia Especial para la Paz, JEP, como si a la JEP no le faltara más escándalos.
La valiente senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, solicitó que las víctimas, las verdaderas víctimas del conflicto armado con las Farc, sean atendidas por la JEP y que la JEP ejerza el papel para lo cual fue creada dando cabida a todas las solicitudes que se han presentado de parte de dicha corporación.
Además, solicitó que las víctimas de las Farc sean reparadas como debe ser; con verdad, justicia y reparación, no con platos, ni cucharas, ni trapos, ni escobas, como se planteó cínicamente en un comienzo por las mismas Farc.
A esta altura del partido cuando se presentan las 6 objeciones a la JEP de parte del señor Presidente de la República, Dr. Iván Duque Márquez, yo me pregunto cuál es la diferencia entre los crímenes cometidos por los nazi durante la Segunda Guerra Mundial vs los crímenes cometidos por el grupo narco terrorista Farc durante su violento accionar.
Yo, me pregunto por qué se pretende de parte de la sociedad colombiana que los delitos de lesa humanidad como el reclutamiento de menores de edad y abuso sexual de parte de las Farc quede impune mientras que a los nazis los colgaron en la horca, algunos, fusilaron, otros, varios se aplicaron cianuro.
Antes de haber firmado ese esperpento de proceso de paz con las Farc, la sociedad colombiana entera debió exigir a estos señores impolutos verdad, justicia y reparación.
Hay que recordar la famosa frase de Sir Winston Churchill: El que se arrodilla para pedir la paz se queda con la humillación y con la guerra.
De tanto arrodillarse con los diferentes grupos narco terroristas, los colombianos se quedaron con la humillación y con la guerra. Con la humillación de las mujeres de la Corporación Rosa Blanca, por ejemplo, y la guerra de las disidencias de los diferentes grupos narco terroristas.
Hablando de impolutos, ¿Alguien sabe si el señor Procurador Carrillo va a sancionar a las ministras impolutas?
Puntilla: Más escándalos de la JEP, contraticos por más de $ 10. 000 millones al flamante ex asesor de paz Jaramillo.