Con alguna regularidad, desde los comienzos de nuestra era republicana, aparecen personajes que pretenden ser reconocidos como legítimos sucesores de la obra del Libertador Simón Bolívar.
En efecto, según el Cor. Almario en su ensayo: El uso indebido del nombre de Bolívar, publicado por la Sociedad Bolivariana de Colombia, 2016, pretenden ellos, ser los únicos sucesores con el fin de vendernos la idea de que son nada más, ni nada menos, que la reencarnación de su vida y obra.
Esos mismos personajes, sin reato alguno, bautizan de manera abusiva con el nombre de milicias bolivarianas sus organizaciones de todo tipo, incluidas las de carácter criminal, como ocurre en Colombia con todos los grupos alzados en armas en contra de la población civil y el Estado en su conjunto.
Sin ir más lejos, el M19, en su momento, se autodenominó como una Organización Revolucionaria Bolivariana.
El M19, al igual que la coordinadora guerrillera de las Farc, fue un grupo con accionar violento.
Se tomaron el Palacio de Justicia en asocio con Pablo Escobar con los resultados de todos conocidos, siguiendo el ejemplo de la toma sangrienta del Palacio de Justicia en ciudad de Managua, ocurrida el 22 de agosto de 1978, por el FSLN, como preámbulo de la caída del dictador Anastasio Somoza, de quien se dice que su patrimonio terminó en manos de una poderosa y rancia familia de la alta sociedad bogotana.
Algunos analistas militares como el entonces Cor. Almario Vieda, consideran que esta operación militar fue la que inspiró la toma del Palacio de Justicia en Bogotá por parte del M19.
De la misma manera, ocurre con las milicias bolivarianas Farc, dedicadas al secuestro, la extorsión, apoyo militar, narcotráfico.
Dicen ellos estar liderando la Revolución Bolivariana, de tal forma que ustedes presenciaron durante la semana pasada que detrás del anuncio de Iván Márquez junto con el de las gafas, aparece la imagen de Simón Bolívar con Tirofijo.
Es decir que, no contentos con todo el accionar violento que han producido los diferentes grupos guerrilleros alzados en armas durante el conflicto en Colombia, el pobre Bolívar tendrá que cargar ahora con los muertos, secuestros, voladuras de oleoductos que se producirán a su nombre que generará el de las gafas, su compinche Márquez, con el sanguinario “Paisa”.
Además, el pobre Bolívar ahora vive enmarihuanado todos los miércoles por la noche desde las 5.00 p.m hasta las 10.00 p.m, por cuenta de unos jóvenes quienes ejercen su libre desarrollo de la personalidad en el monumento a Los Héroes.
Los verdaderos enemigos de la paz son los mismos que están volviendo trizas el acuerdo de La Habana, no quienes pretendemos defender la democracia colombiana.
Mientras tanto, nadie se acuerda que más de 450 guerrilleros fuertemente armados se tomaron la base militar la base militar de las Delicias, el 30 de agosto de 1996. Resultado: 27 militares muertos, 16 heridos y 60 secuestrados.
Puntilla: ¿Quiénes son los verdaderos enemigos de la paz?
¿La JEP, bien gracias? ¿Ya, renunciaron todos los magistrados que avalaron la fuga de Santrich? No, renunció Samper…