Niños indefensos
Epígrafe
“El niño es como un barro suave donde puedes grabar lo que quieras, pero esas marcas se quedan en la piel, esas cicatrices se marcan en el corazón Y no se borran nunca”.
Zenaida Bacardi de Argamasilla
Es escalofriante escuchar a diario noticias donde nuestros niños son utilizados por narcotraficantes y delincuentes para sus fechorías y que han agobiado nuestro país durante las últimas décadas. Pero más repudiable aún el caso de la menor de 11 años en Cali, a la que su propio padre, si así se le puede llamar, la obligaba a transportar dentro de su cuerpo cápsulas de cocaína.
Indignante y abominable que se utilicen nuestros menores de edad, que son el presente y el futuro de nuestra sociedad, en actos delincuenciales, entre otros como correos humanos, para transportar droga, convirtiéndolos en esclavos del delito.
Cada año, en nuestro país, miles de menores son víctimas de todos los factores de delincuencia y guerra armada, llámense como se llamen y a pesar de que solo se denuncia un bajo porcentaje de estos delitos, en el 2012 las cifras ascendieron a más de 18.000 niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas del reclutamiento de la guerrilla. El Eln con el 44% de sus integrantes, convirtiéndose en la tercera parte de las filas subversivas. Todo esto sin contar la violación de sus derechos, el secuestro, el sometimiento y el abuso sexual.
Les pedimos a los alzados en armas, que por favor no lleven más niños a la guerra y liberen los que están en sus filas.
Toda la sociedad, gobierno, partidos, ONG, periodistas debemos unir esfuerzos para evitar esos abusos con nuestros niños que son el sector más vulnerable e indefenso de nuestro país. Dios quiera que nuestros grandes empresarios de la televisión tomen conciencia del daño que le causan a esta población infantil, con sus telenovelas que le hacen apología al delito y enseñan cómo hacer plata fácil.
¿Es esta una sociedad desestabilizada, enferma, insensible que no le interesa en lo mínimo nuestra niñez? ¿Dónde están los valores de la sociedad, de la familia? Creo que todos y cada uno de nosotros somos responsables de no cumplir con nuestros deberes de ciudadanos, y mientras no reflexionamos y dejamos de actuar se van desmoronando ante nuestros ojos los sueños y metas de nuestros niños y niñas de contar con un país feliz, en paz, libre de violencia y maltrato.