Crisis humanitaria
Epígrafe
“Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo”.
Montesquieu
Todos los colombianos, debemos nuevamente unirnos, y esta vez en apoyo, y protesta por el abandono en que se encuentran los habitantes del Departamento del Choco. Así como nos movilizamos en favor del Casanare por la mortandad de especies de fauna y flora, como lo hicimos en apoyo a San Andrés por el cercenamiento de su área marina y por La Guajira en favor de los Wayuu, ahora debemos hacerlo por nuestros hermanos chocoanos.
Años y años de atraso, de desidia y abandono, con mínimas infraestructuras de servicios públicos, escasos recursos económicos para adelantar obras públicas y con una enorme población desplazada por la violencia, fue lo que encontraron la Defensoría del Pueblo y organismos internacionales que acudieron a escuchar el clamor de esta hermosa tierra .
El Defensor, Jorge Armando Otálora, encontró este panorama, sin el acompañamiento de los ministros del gobierno centralista, por lo que anunció la instauración de acciones de tutela y populares, así como denuncias judiciales y disciplinarias contra los funcionarios, que no han cumplido con su deber. Afirmó que “llegó el momento de que dejemos de dolernos y utilizar las famosas frases de cajón”.
Por su parte la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Todd Howland, y el obispo de Quibdó, monseñor Juan Barreto, manifestaron su preocupación por la situación del Departamento y sobre todo por el accionar de los grupos armados ilegales y la minería ilegal que están causando un daño irreparable, con grave pérdida de terrenos y ríos.
Lucy Chamorro, coordinadora de la Mesa Departamental Indígena de Chocó, expreso: “Chocó es otra Colombia para el Gobierno Nacional. Nos estamos muriendo, los niños fallecen de paludismo y tuberculosis, enfermedades que ya fueron erradicadas en otros lugares de Colombia”.
Lo inmediato es dar solución a la crisis humanitaria, los desplazados y el tema de la salud, son prioritarios y a mediano plazo idear soluciones a la minería ilegal, buscándoles ocupación a los mineros de la zona que viven de eso y hacer cumplir a las multinacionales sus compromisos con la población y con el medio ambiente.
Si cada uno de los departamentos, mejor tratados con la mermelada cediera un dos por ciento para el Choco, podríamos tener un comienzo de solución al problema de esta región y estaríamos mirando con interés al Pacifico colombiano.