Barbarie contra la mujer
Epígrafe
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”.
Elie Wiesel
Definitivamente nada detiene a estos desalmados y bárbaros, que desgraciadamente son seres humanos, que atacan con ácido a las mujeres. Son actitudes demenciales que los llevan a este punto de salvajismo y que ha conducido a nuestro país a otro liderato mundial, ser los primeros en el mundo en ataques con ácido a mujeres y hombres y ya nos acercamos a mil y muy poco se ha hecho por evitar esta inhumana actitud.
Hemos recibido una gran solidaridad, especialmente las mujeres que han sido víctimas de esta acción bárbara que solo se conocía en las películas medievales cuando desde los castillos para evitar ser tomados echaban aceite caliente para impedir que se subieran por los muros o en la guerra de Vietnam los agentes químicos y cosas así. Pero llegar a este estado de salvajismo le da a uno una angustia profunda en el sentido de para dónde vamos en Colombia y qué les espera a nuestros hijos.
En un análisis hecho por Feminicidio.net, de origen español, en el 2011 Colombia se situó en el primer lugar de países en el mundo que sufren ataques con ácido a mujeres y solo dos hombres han sido condenados por este delito. Atacar con ácido a otro ser para desfigurarlo y causarle un daño irreversible en el rostro, no puede llamársele penalmente lesiones personales. Tienen que los fiscales y jueces calificarlo como tentativa de homicidio, para que tenga una pena fuerte y no sea excarcelable.
La Ley 1639 de 2013, aprobada por el Congreso, no fue reglamentada, en el Palacio dejaron vencer los términos y por lo tanto no está en vigencia para aplicarla contra estos salvajes; allí se establecían medidas de protección para las víctimas agredidas con ácido y se estipulaban penas que pueden llegar a los 14 años.
Entre muchos otros los casos de Natalia Ponce de León, María Cuervo, Nubia Espitia, María Fernanda Núñez, Erika Venegas, Viviana Hernández son algunas de más de 500 mujeres quemadas con ácido en los últimos años han despertado de nuevo la necesidad de educar más profusamente en el respeto hacia la mujer; por eso Gina Potes creo la Fundación “Rostros Sin Ácidos”, con el objetivo de apoyar a mujeres que, como ella, sufrió el salvajismo en su propio cuerpo. ¡No más ataques contra las mujeres!