UN pacto social que permita recobrar la confianza será el cimiento del nuevo ‘edificio’ nacional que plantea levantar el electo Presidente, Iván Duque Márquez.
La reconstrucción de la unidad nacional, el insumo principal que deberán aportar los sectores público y privado del país.
Las estrategias sobre los cuales guiará el nuevo Gobierno su modelo de Estado social, serán:
Garantías jurídicas a empresarios para que reactiven inversión y empleo.
Estabilidad tributaria a los hombres de negocios para que emprendan nuevos proyectos de expansión, modernización y competitividad.
Estímulos a las Mipymes con crédito oportuno y acompañamiento de Bancóldex y Procolombia. Se pretende dar aliento a su rol de exportadores.
Calibrar presupuesto destinado a inversión social atacando causas del empobrecimiento, desigualdad y exclusión.
Auspiciar condiciones macroeconómicas favorables que permitan robustecer la inversión extranjera.
Repotenciar seguimiento e interventoría a principales megaobras que actualmente se encuentran atrasadas pese a que ya se pagó por ellas. Ejemplo, el sonado e indignante Túnel de la Línea entre Tolima y Quindío, una vergüenza por donde se le mire.
EPS que no sustente viabilidad será inviable para el Ejecutivo. El Presidente Duque quiere un sistema de salud desligado de corrupción y maltratos a usuarios y pacientes.
El próximo Gobierno se dará la pela, si es preciso, pero no dará oxigeno financiero a ninguna entidad de salud que no sustente viabilidad y respeto por cotizantes y beneficiarios.
En educación, se implementará programa de gratuidad en colegios y universidades para dar paso a jóvenes que no han ingresado o que han desertado de aulas por falta de recursos para financiarse.
Apostará por sistema educativo que ‘eduque’ docentes y los ‘califique’ bien en términos de ingresos. Pretende educar mejor para saber y aportar más al desarrollo del país.
Dará su mano al sector rural permitiendo que ley de tierras sea realidad como lo reclaman gremios como la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC. Fomentar la producción, la comercialización de alimentos, el crédito a los campesinos y los precios de sustentación.
Devolución de tierras a gentes del campo será constante. Se intentará devolver el mayor porcentaje de terrenos productivos a quienes fueron sacados a la brava por grupos guerrilleros, paramilitares o narcotraficantes.
El Presidente Duque buscará darle alas a sectores como flores, café, banano, arroz, algodón, caña de azúcar, cacao y ganadería. Revisará con quien su ministro de Agricultura caso por caso para atender apremiantes necesidades de cada renglón.
Impulsará el crédito agroindustrial para maquinaria agrícola, insumos y todo lo que involucre capital de trabajo, siendo el empleo una prioridad.
De entrada, el nuevo primer mandatario no ha anunciado una reforma tributaria, pero de llegar al Gobierno, Alberto Carrasquilla, ésta no se debe descartar. A los empresarios, sin embargo, no les suena para nada más cambios al régimen impositivo.
Este jueves, en Casa de Nariño inicia el empalme con el compromiso de gobernar para todos, deponiendo odios, divisiones, agresiones y desarmando espíritus.
En la economía de enfoque social que plantea Duque, parece que todos cabemos.