“La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse”.
Otto von Bismark
Libertad y no libertinaje. Independencia y no insipiencia. Patria y no olvido. Lucha y no derrota. Una nación unida, con valores definidos y una hoja de ruta clara es indestructible, en cambio, una nación confusa, con valores indefinidos y sin un oriente claro, es una nación de papel.
El 20 de julio de 1810, Colombia se consolida como una nueva nación alejándose de la idea hispana de ser el virreinato de la Nueva Granada. Y, tal como, este virreinato no era el más importante para la corona española, y en cambio, más bien era un territorio sin mucho interés o presencia de España. Asimismo, el “grito de independencia” de la nueva Colombia, no va más allá sobre la historia de una disputa entre unos españoles criollos y un español peninsular.
La Primera República de la Nueva Granada, conocida como la “Patria Boba” refleja los grandes desafíos que la nueva Colombia terminaría por heredar, por ejemplo, la gran división, los conflictos entre las provincias, las guerras civiles, así como, el desorden y el descontrol institucional.
Conmemorar la independencia de una nación va más allá de una simple ceremonia o desfile militar, es dar fe de la constitución y conformación de una nación, también de sus órganos de poder, aunque no perfectos, al menos que, dan un equilibrio al poder que si fuese absoluto y descansara sobre los hombros de uno o un par de hombres sería tan arbitrario como no justo.
Colombia no es una nación perfecta, pero tiene una democracia respetable y ahí radica la verdadera libertad. Que políticos prometan igualdad, equidad, y demás conceptos que han resultado históricamente utópicos, no es lo correcto, más, cuando por añadidura sus propuestas son adyacentes a la democracia.
Debemos defender con recelo la libertad y la verdadera independencia. Además, son las fuerzas de defensa las que en buena parte cubren esta labor.
La naturaleza humana obliga a las sociedades a tener garantes de la libertad, y en la mayoría de los casos, garantes armados. Hombres y mujeres que defienden al ciudadano común, al individuo civil.
Colombia se encuentra en un momento crucial, de transición, de nuevas e incluso desconocidas formas de gobierno, que pueden arruinar al país si se ejecutan de formas erróneas; con arbitrariedad, egoísmo y resentimiento. Sin embargo, pasar de un statu quo a una situación sui generis, por medio de un mandato progresista deja a la expectativa el panorama económico, social y político.
La transición y el progresismo prometen haber arribado a Colombia, pero la realidad a la final podría caer en la injusticia y en la incoherencia. Tal como la canción de los reconocidos raperos italianos J-Ax y Fedez titulada: “comunisti col Rolex” (comunistas con el Rolex) dice: “Tal como el Che Guevara y Fidel Castro hicieron una colección de motocicletas inglesas y Rolex, el corazón de un punk-rocker quiere revolución, pero se enamora de una top model”.
@rosenthaaldavid