Quienes se ocupan del trámite de los vehículos automotores tienen una regla, si así puede llamarse un procedimiento para poder constatar de primera mano el estado en el cual está el vehículo que va a negociar. Esta regla bien parece que es generalmente aceptada como para poder saber, de primera mano, en qué estado se halla el vehículo. Es sabido que el aceite que lubrica el motor debe examinarse y observar cómo encuentra.
Generalmente los motores disponen de un procedimiento por medio del cual puede verse qué está pasando con el aceite, que no es otra cosa que el lubricante que permite que el rozamiento entre las piezas móviles del motor no sufran un desgaste innecesario y prematuro. Es lo primero que se le examina a un motor para poder hacerse a una idea para saber cómo se encuentra, puede decirse que es el alma del vehículo. Dependiendo del concepto que haga quien lo examina, puede concluir que el motor está en buen estado, o deteriorado y en consecuencia poder opinar con respecto a su estado y también a los pronósticos que se pueden hacer con respecto a su comportamiento y a su durabilidad. La expresión de medirle el aceite a un motor se ha venido extendiendo a todo ser animado o inanimado, cuando recién se entra en contacto con él, para poderse dar una idea de cómo está funcionando y cómo se estima cómo seguirá funcionando.
Un muy distinguido ciudadano que ejerció la presidencia decía que para los presidentes en Colombia, en sus primeras experiencias como gobernantes, están las situaciones con sus conciudadanos, de una índole tal que se le puede aplicar la receta de los expertos en motores. En las primeras de cambio la gente, tanto sus amigos como sus adversarios, se ingenian la manera de crear situaciones de las cuales se pueden concluir sobre su capacidad de mando y su condición como presidente. Las conclusiones de la “medida del aceite” como se llama esta tarea, suelen ser generosas cuando los amigos son los que opinan que fueron sus votantes. Pero cuando se trata de sus adversarios, las opiniones son bastante duras y aferradas todos a los aspectos negativos que susciten sus actuaciones. Es cuando comienza la finalización de la luna de miel que rodea a los presidentes recién posesionados, Los veteranos en las lides políticas saben que eso forma parte de sus trajinar por el mundo de la política.
Quienes creen que nuestro actual presidente, conscientes de su experiencia en estas lides, desean que le vaya bien; así nos va bien a todos. Ya le “midieron el aceite;” existen dudas respecto a si se lo dejó medir bien y si los resultados son positivos para un justo análisis, cuando buena parte del territorio nacional, Cauca y Nariño, estuvo paralizado por la interrupción de la carretera panamericana por los indígenas que los dejó completamente aislados del resto del país. Fuera de eso se dejó faltar al respeto.