La JEP | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Octubre de 2017

La Jurisdicción Especial para la Paz, JEP,  es el mecanismo de justicia que se plantea en el acuerdo de paz. Algunos la tildan de laxa y permisiva, de promover la impunidad; mientras que el Gobierno la califica como un mecanismo idóneo para aplicar la justicia restaurativa.

Lo cierto es que es el mecanismo acordado entre el Gobierno y las Farc para ejercer justicia y es un pilar fundamental para el avance del proceso.

¿Pero que es la JEP? ¿Como la define el acuerdo? Según el acuerdo de paz la JEP: “Estará constituida por una serie de salas de justicia, entre las que se incluye una Sala de Amnistía e Indulto, y un Tribunal para la Paz, para administrar justicia e investigar, esclarecer, perseguir y sancionar las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario. La Jurisdicción Especial para la Paz hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, y al ocuparse exclusivamente y de manera transitoria de las conductas relacionadas directa e indirectamente con el conflicto armado, no implica la sustitución de la jurisdicción ordinaria.” (Acuerdo de paz p.129).

Otro documento de la Oficina del Comisionado de Paz la define como: “Conjunto de órganos de administración de justicia que ejercerán funciones judiciales y cumplirán con el deber del Estado de investigar, juzgar y sancionar los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto armado, en particular los más graves y representativos” (El acuerdo final de paz, la oportunidad para construir la paz una publicación de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, p.25).

Como lo define el acuerdo no habrá impunidad sino que se investigarán y sancionarán los diferentes delitos cometidos en el marco de una jurisdicción especial para la paz. Así que si habrá justicia y si habrá sanciones que buscarán restaurar a las víctimas, a diferencia de cómo algunos han querido hacerle creer a la gente de que no habrá justicia ni sanciones y de una supuesta rampante impunidad.

Es necesario entender que este acuerdo promueve una justicia restaurativa y no punitiva como es el modelo convencional. La justicia restaurativa busca precisamente eso, restaurar  y va un paso más allá del solo castigar penalmente con cárcel. Muchos, después de años de violencia de las Farc esperaban, como es natural, penas severas restrictivas de la libertad, sin embargo, en un  proceso de paz debe haber condiciones especiales que animen a los subversivos a negociar en lugar de seguir delinquiendo en el campo y en las ciudades.

Si queremos una Colombia en paz debemos estar dispuestos a perdonar y a extender una nueva oportunidad a aquellos que antes nos agobiaban con el terror. El otro camino, es el de una guerra, que costara miles de víctimas y que no se sabe cuando llegue a su fin.

Es tiempo de que le coloquemos un final a la polarización en el país y que nos demos cuenta que la paz  y la unidad como nación son el mejor camino que podemos elegir. El odio y la división tan solo nos quitan fuerzas para construir el país que soñamos en un futuro. Un país donde, como ya se está viviendo en algunos lugares, se respire la paz y se prepare el camino para el desarrollo y el crecimiento económico.

@feliperangel81

*Politólogo Universidad del Rosario.