El Partido Conservador Colombiano (PCC) debería ser el Partido que proponga una nueva visión de país, más que un nuevo pacto social. Necesitamos que nuestro partido albergue y pregone una propuesta completa que nos aleje de los fanatismos populistas, de los caudillismos, de la era de los movimientos disolventes y de la coyuntura y el oportunismo político. Una visión que informe de manera ordenada y armónica todas nuestras actuaciones, que articule nuestras propuestas y que edifique la manera en que las gentes puedan vivir más cómodas, dignas y tranquilas.
Las coordinadas que propongo para esta son:
1. Respeto, acato y profundización del Estado de derecho. Rechazo total a las vías de hecho, a la violencia como medio político y a las causales objetivas de la violencia. La seguridad, el orden y la autoridad siguen estando vigentes como principios de conducta.
2. Respeto, apoyo y admiración por el modelo de la economía social de mercado. Un sistema en donde llegue el Estado con eficacia y prontitud a aquellos lugares y escenarios donde por cualquier razón el mercado y sus agentes, es decir, nosotros, las personas, no podamos llegar con la misma eficacia y oportunidad. El grande reto es la reactivación económica pospandemia y para ello la presencia del sector productivo es imprescindible.
3. El PCC debería ser el partido que defienda un sistema tributario sencillo, sin privilegios representados en exenciones y descuentos fiscales; que contenga unas tasas de tributación centradas en la rentabilidad y no en el patrimonio; con más impuestos indirectos que directos y con tasas progresivas pero acordes con la capacidad productiva. Esto es, un sistema tributario justo, competitivo y estable.
4. El PCC debería construir una VISIÓN DE PAIS supranacional y protonacional con vocación hispanista. El PCC debería abanderar las contemporáneas posturas de la nacionalidad por voluntad para darle cabida a todos los que por genuina voluntad juren defender y aportar a la construcción del país. El PCC debería ser el partido aliado al proceso migratorio, no su juez.
5. Una VISION donde el elemento territorial constituya una auténtica discusión en el país. El territorio debería ser escenario de una verdadera autonomía fiscal que, sin desconocer la visión protonacional, ofrezca oportunidades de genuina responsabilidad local.
6- Una VISION que enaltezca las libertades personales en un contexto comunitario bajo el mandato de la madre naturaleza. El cuidado y la protección al medio ambiente deberá ser el elemento común de unidad en nuestra sociedad.
7- Una VISION lo suficientemente incluyente como para que nadie se la pueda apropiar. Aquella VISION que satisfaga a alguien enteramente no debería ser la VISION de país que promueva el PCC, sino una lo suficientemente clara, concreta y precisa que todo habitante pueda estudiar, entender, reconocer, defender y por el cual exista el sueño que incentive aportar inconmensurablemente en su construcción.
8. Y esa VISION, como toda visión que merezca respeto, deberá ser conducida por unos líderes lo suficientemente empáticos. Mujeres, hombres y sujetos de cualquier condición física y sexual que vean en la VISIÓN la desinteresada forma del quehacer político.
Creo que una “nueva visión de país”, propositiva, alternativa, creativa, seria y coherente, debería ser la causa que identifique al PCC del siglo XXI. Un Partido que no le tema al “fracaso” porque pensar en grande es la condición necesaria de la dignidad política.