Reminiscencias
La historia de la tierra creada por Chiminigagua (dios chibcha creador de estas comarcas bogotanas) parece no haber cambiado desde que le dio vida a este territorio trayendo el sol (Zúhe) y la luna (Chía). Y es que repasar libros sobre la historia de Bogotá ademas de ser fascinante es llena de reminiscencias y mucha ironía. En especial cuando se revisa la edición conmemorativa de los 450 años de la fundación de Bogotá (1988) cuyo prólogo y dirección realizó Fabio Puyo Vasco. Quien tuvo un “pequeño” escándalo relacionado con la diosa Sie. ¿Lo recuerdan?
Pero para no salirnos de la ruta es más que todo desde el punto de vista del transporte y el urbanismo que parece que siempre ha sido igual. Revisemos este extracto de un artículo publicado en el diario El Tiempo en 1925: “La reglamentación del tráfico ha constituido en la historia del Municipio de Bogotá, el más hondo de los problemas porque los bogotanos son antes que todo los partidarios más formidables del desorden, de la anarquía en el movimiento por las calles… El bogotano no ha nacido para dejarse reglamentar. No podemos imaginarnos, sino únicamente a manera de guasa, a todos los bogotanos formados, serios, caminando unos tras otros, en fila india, porque nuestras aceras angustiosamente estrechas no permiten otra formación. Y jamás creeremos en el fenecimiento de los mentideros, de los criollos de las esquinas”. Parece en verdad que hubiese sido escrito ayer.
Es la anarquía entonces la que ha reinado desde casi hace un siglo en Bogotá. De nada han servido los intentos por regularnos desde épocas arcaicas como, por ejemplo, el Código de circulación promulgado en 1941 que intentó con drasticidad reducir el abuso de pitos y bocinas. Hoy las camionetas, especialmente las de los funcionarios públicos, son las que más equipadas vienen para violar esto que desde hace 75 años se quiere prohibir.
Pareciera que estuviéramos determinados al caos, desorden y la fealdad. No solo el transporte. En lo urbanístico también. Leamos lo siguiente que dijo Le Corbusier en 1947 en Bogotá cuando -quién lo creyera- se quiso que nos trazara un plan urbanistico: “El caso urbanístico de Bogotá se me parece a una de esas señoritas que a los 17 años deciden abandonar el hogar para entrar en la aventura de una vida sin control”.
¿Si habrán repasado siquiera la historia de Bogotá nuestros burgomaestres?
@ReyesJuanfelipe