Juan Felipe Reyes | El Nuevo Siglo
Lunes, 28 de Marzo de 2016
Ataque al transporte aéreo
 
Los ataques terroristas cometidos en el aeropuerto internacional Zaventem de Bruselas, y que dejaron varios muertos, constituyen también un ataque contra el transporte aéreo y el derecho internacional público. El terrorismo se ha convertido en la pesadilla del mundo moderno. Los medios de los cuales se vale el terrorismo para llevar a cabo su cometido son brutales y requieren bastante imaginación. Incluyen secuestro de aeronaves, ataques con misiles contra aeronaves, explosivos en aeronaves o en  instalaciones de aeropuertos internacionales, así como convertir aeronaves en misiles dirigidos. Estos ataques son muy apetecidos por los terroristas porque son tratados de una forma única por los medios de comunicación. Son llevados inmediatamente a las primeras páginas de los periódicos, editoriales de revistas, columnas de opinión y cualquier otro medio de comunicación. Eso es precisamente lo que buscan los terroristas. Un despliegue mediático que genere el terror. Estos ataques terroristas demuestran el fracaso de las políticas en materia de seguridad de la aviación civil, (Security). 
 
Es inaceptable, hoy 2016, 15 años después del ataque con aeronaves convertidas en misiles contra las Torres Gemelas en Nueva York, que no haya sido posible detectar explosivos cargados en unas maletas en un aeropuerto internacional. Los hechos gravísimos que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 (atentados contra las Torres Gemelas), el 17 de julio de 2014 (derribo del vuelo MH17 -ataque con misil a una aeronave civil de Malaysia Airlines en código compartido con KLM)  y el 22 de marzo de 2016 (ataque aeropuerto Zaventem, Bruselas), para mencionar los más recientes,  demuestran que no han servido de nada los instrumentos de derecho público internacional, que precisamente están encaminados a que estos hechos nunca ocurran. Ni siquiera hay responsables reales -un Estado- en el caso del MH17. Pero si hay varios instrumentos internacionales a la mano (Convenio de Chicago de 1944, Anexo 17 y Convenio de Montreal de 1971)  que prohíben actos de violencia contra aeronaves civiles y prevén mecanismos jurídicos para que el responsable de los hechos  responda ante la justicia.
 
Lo mismo en el caso del ataque contra el aeropuerto Zaventem. Hay varios  instrumentos internacionales  (Protocolo de Montreal de 1988 y Convenio de Montreal de 1991) pero no pasa nada. ¿Falta compromiso de los Estados para prevenirlo? Cumplir lo que esas normas internacionales han dispuesto para que nunca ocurran hechos de terrorismo en contra de la aviación civil es una obligación.  
@ReyesJuanfelipe