JUAN DANIEL JARAMILLO ORTIZ | El Nuevo Siglo
Lunes, 28 de Octubre de 2013

Los retos profundos

Óscar  Iván Zuluaga es un hombre por naturaleza decente, estudioso y experimentado. Ha mostrado a lo largo de su carrera un espíritu ponderado pero firme. Caldas es posiblemente el departamento que mejores candidatos y posibles presidentes ha tenido: Augusto Ramírez Moreno, Gilberto Alzate Avendaño, Fernando Londoño y Londoño, Hernán Jaramillo Ocampo, Rodrigo Marín Bernal, Fernando Londoño Hoyos, Otto Morales Benítez. Por todos pasa un hilo conductor constituido por pasión inmensa por el bien del país y el estudio minucioso de sus problemas. Óscar Iván no será inferior a esta constante. ¡Buena marcha y buena mar en la quiebra de ese curioso sino que no ha permitido a ningún caldense llegar a la jefatura del Estado!

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Además de los retos esbozados por el recién ungido candidato del Centro Democrático liderado por el expresidente Uribe va ser necesario que el nuevo candidato se adentre en temas del futuro mediato y extendido del país. El inmediatismo va plantando calladamente la semilla de problemas hondos.

Uno es la mutación demográfica. Entre los años 1900 y 2000 la población humana se cuadruplicó de 1.6 a 6.1 billones. En 2012 llegó a 7.1 y, según estimativos de la ONU, llegará a 8 billones en 2025, 9 billones en 2043 y 10 billones en 2083. Los números definitivos dependerán de tasas de fertilidad, pandemias, guerras y desastres. El factor que más pesará es el aumento en expectativa de vida.
En 1900, el promedio de expectativa global de vida era de 30 años. Para el año 2000 había subido a 65. Mientras que el factor salud produjo la elevación en la primera parte del siglo XX los incrementos corren ahora por cuenta de la disminución de tasas de fertilidad. Según estadísticas del Banco Mundial, el número promedio de nacimientos por mujer cayó de 4.9 a principios de la década de los 60 a 2.5 en la actualidad. Además, cerca del 50 por ciento de la población del mundo vive en regiones donde las cifras están por debajo del nivel de remplazo y casi todos los países desarrollados experimentan en este momento niveles de sub-remplazo.

Podría pensarse que los países en desarrollo tienen altas tasas de fertilidad en conjunto. No es así. Los incrementos que vienen tendrán lugar en cuatro países: China, India, Pakistán y Bangladesh y dentro de la gran zona del sub-Sahara en África con 33 por ciento del total.

Una de las caídas más fuertes en tasas se dará en ciertos países latinoamericanos: Colombia, Chile, México y Brasil. Pero al mismo tiempo la expectativa de vida se solidificará en ellos en forma sostenida. Para 2011, según el Banco Mundial, la expectativa era en nuestro país de 74.5 para hombres y 80.5 para mujeres.

Estas realidades plantean desafíos enormes en materia de política pública. No se trata de las angustias actuariales de fondos de pensión que suplan necesidades de liquidez de lo que será el segmento mayoritario de la población sino de políticas edificadas para la vejez.

En Colombia persiste la idea del hombre viejo y la mujer vieja que se cargan como mueble dañado e indeseado. La proyección de la productividad laboral, por razón de los mismos beneficios que aporta hoy la salud nueva y la concienciación de este segmento tan importante de la población, impone a los candidatos a la Presidencia la elaboración de grandes programas para un país que envejece. No habrá que temer así hablar de la elevación de las edades de jubilación.