Juan Camilo Restrepo | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Febrero de 2015

DEUDA HELENA

Después del Minotauro

EL  best seller  en el viejo continente  se denomina: Europa después del Minotauro. Grecia y el futuro de la economía global, escrito por el nuevo ministro de finanzas y parlamentario del partido  Syriza  el economista  Yanus Varoufakis.
Como se recuerda, el Minotauro era un monstruo que vivía en el laberinto del palacio de Cnosos en Creta, y se alimentaba de doncellas atenienses,  hasta que  fue derrotado por Teseo con la ayuda del lazo  providencial que le proporcionó Ariadna para salir de aquel terrible laberinto donde residía  el temido animal.
¿Cual es el minotauro en el libro del nuevo ministro griego, que tanta sensación ha despertado en la prensa mundial? Pues el monstruo es nadie menos que Alemania. A juicio del flamboyante  nuevo ministro griego de finanzas ha sido Alemania la gran beneficiaria de la Europa del euro; la que ha hecho arrodillar a los países mediterráneos (además del suyo propio a Italia, a España y a la misma Francia); la que ha exportado sus superávit a toda la Europa deficitaria; la que de una manera arrogante le ha impuesto a media Europa una insoportable política de austeridad; la que dice la última palabra en lo que hace o no hace el Banco Central Europeo de Francfort; y, en fin, sin la cual no se mueve una hoja en la actual Unión Europea.
Quince días después de haber tomado las riendas del poder en Grecia el primer ministro acompañado de su ministro de finanzas hicieron una primera gira por las capitales europeas: Roma, París, Londres, Francfort y naturalmente la cueva del Minotauro: Berlín. Esta semana  han vuelto  a Bruselas al consejo de ministros de finanzas de la Unión (Ecofin) con el mismo mensaje.
¿Cuál era el mensaje de estas romerías europeas ampliamente difundidas por los medios? Que Grecia necesita apremiantemente un alivio en el servicio de la deuda que en los últimos 5 años ha recibido de la Unión Europea para no entrar en moratoria (270 billones de euros), cuyos primeros vencimientos tendrán lugar próximamente. Y que -al decir de los visitantes helenos- por más esfuerzos que ha hecho Grecia hasta ahora, constituye una lápida de austeridad que no le deja levantar cabeza ni acelerar el crecimiento económico. Su relación actual de deuda a PIB es de 175%.
La visita tuvo más cobertura mediática que resultados prácticos. Más aún, en algunas capitales como Berlín o en la sede del Banco Central Europeo fueron recibidos con franca hostilidad. Se les recibió amablemente en las otras, aunque sin ninguna promesa de aliviarle las cargas a Grecia. Grecia no está pidiendo una condonación de la deuda. Está solicitando más plazos y facilidades para cancelarla.
Sin embargo, hasta el momento, lo único que recibió el primer ministro fue una fina corbata italiana de manos del premier Renzi, con el mensaje subliminal de que este tipo de visitas requieren una vestimenta más formal que la que llevaba. Y el ministro de finanzas griego fue apostrofado por el alemán diciéndole que no se pueden hacer en las campañas  domésticas promesas para que las cumplan otros (se refería a la promesa  del partido Syriza de buscar un alivio a la deuda externa de Grecia por parte de la Unión Europea).
La gran pregunta es: ¿si el nuevo equipo de Syriza, que ganó las elecciones prometiendo menos austeridad y obtener alivios a la draconiana política de austeridad financiera que le han impuesto las autoridades europeas y goza de inmensa popularidad, no obtiene alguna satisfacción de la Unión Europea, va permanecer en el euro? Y si sale Grecia de la unión monetaria, qué repercusiones tendría esta medida sobre los otros países marginales y en dificultades también como Portugal, España, Irlanda y la misma Italia? ¿Hasta qué punto en el contencioso griego se está jugando el futuro de las políticas de austeridad despiadadas que Alemania ha impuesto como condición para ayudar a los miembros  periféricos de la Unión Europea que han entrado en dificultades financieras?
Y en fin: ¿podrá  convertirse este controvertido ministro de finanzas en el nuevo Teseo que le dé muerte al despiadado minotauro? Es poco probable que la historia termine tan felizmente como en el mito griego.