Juan Alvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Octubre de 2015

LA OTRA CARA

El revuelto

El  sistema democrático colombiano aguanta el uso y el abuso como hace décadas en la historia del país. Otra cosa, era que todo quedaba en silencio, si se tiene en cuenta que algunos jefes políticos, fueron cubiertos por el manto intocable que los consagró como -prohombres inmaculados- bajo  estandartes democráticos, a los que nunca se acercó la justicia.

Esta vez en las puertas de una nueva elección regional, el apetito de los aspirantes se desbordó con  voracidad por alcaldías y concejos, plato fuerte, servido con los mejores presupuestos y condimentos, extraídos de las salsas más puras, provenientes de contratos y asociaciones, con dineros de todos los orígenes. Y se agrega a la mesa, delicioso plato de  63 billones de pesos, que reciben ciudades y regiones, por Tributación, Transferencia de Recursos y Regalías, según Ministerio de Hacienda.

No pasa inadvertida la denuncia y solicitud de investigaciones, de la Misión de Observación Electoral, junto con otras entidades sociales no gubernamentales, basada en que cerca de 200 candidatos tienen nexos con grupos criminales, narcotráfico, contrabando y otros, con abultados prontuarios por desviación de recursos y carruseles de contratación en los 32 departamentos. Es apetito de corrupción que se intensifica 4 meses antes de elecciones. Desde mitad de año, comenzaron a formar encuentros con listado en mano, de personas asistentes, para voto comprometido.

Lo grave es compensar adhesión con mercados, en fecha cercana a elecciones. Es denigrante, porque se practica con gente en pobreza y pobreza extrema. Los corruptos, luego hacen su mercado de contratos, jugando, pagando y ganando en carrusel.

Alcaldías y concejos son atractivos en las ciudades grandes, porque de tiempo atrás, se convirtieron en pistas de entrenamiento para subir al Congreso. Gobernaciones y asambleas, no son vitrina para futuros aspirantes en la escalera política. Los platos servidos, no tienen el mismo presupuesto para manipular. Las alcaldías y concejos tienen más vuelo propio.

Sin duda hay excepciones, con candidatos interesados en servir, con honestidad y conocimiento, dentro de su libre derecho, ese sí democrático de verdad. Lástima que los honestos se cuentan en los dedos de una mano.

En este revuelto, lo mejor es votar con ojos abiertos y oídos despiertos. En Bogotá, hay que hacerlo con filtro, y elegir al que más conozca con experiencia, la ciudad y sus grietas, para que con carácter empresarial y claras manifestaciones de confianza ciudadana en la limpieza de gestión con particulares, rescate la vergonzosa capital del deterioro y atraso de hace 12 años.

juanalcas@yahoo.com