LA OTRA CARA
Juntos podemos
El esfuerzo de Gobierno, Ejército, Policía y ciudadanía en general para auxiliar a los miles de deportados desde hace 23 días, deja como resultado un admirable aire de unidad solidaria, expresada en acciones y trabajo efectivo para mitigar la tragedia.
La emergencia económica decretada para la zona fronteriza tendrá que extenderse más allá de 30 días que estableció la decisión oficial. Todo el sector privado, financiero, industrial, comercial y de pequeña y mediana empresa, está llamado a apoyar con iniciativas la recuperación de vida en la zona. La tarea asistencial desplegada ha recibido pleno reconocimiento de toda la sociedad colombiana, a quienes están trabajando de manera incansable para superar la situación.
Ojalá el sector financiero diseñe sistema flexible, trámites rápidos, tasas de interés respirables y crédito a largo plazo, en toda la región cubierta por la emergencia económica. Destacable en el Decreto, la oferta de reubicación de empresas colombianas que están en Venezuela, para que regresen al país con facilidades y trabajen en la región que espera rehabilitarse.
La acción social tiene que extenderse a otras zonas de N. de Santander, Cesar y Arauca, para evitar que la concentración en Cúcuta colapse en servicios, salud y espacios para ubicar albergues dignos para todos. Más de 150 personas atienden esta exigencia, en cinco puntos neurálgicos entre puentes y trochas fronterizas. Naciones Unidas, dentro de pocos días, instalará en Cúcuta, oficina permanente de Derechos Humanos y Atención a comunidad. No se descarta la necesidad de hospitales de campaña, ante la creciente población de menores, personas de avanzada edad y discapacitados, además de consultas médicas requeridas.
A principales ciudades han llegado deportados, como también residentes en Caracas y Estados de ese país. Decidieron regresar de manera voluntaria. No son pocos quienes están tramitando nacionalización en Cúcuta y Bogotá. Otro ángulo que necesita atención oportuna es la llegada de familias a otras ciudades, para retomar su nacionalidad colombiana. Se requerirá educación y capacitación laboral, con respaldo del SENA y universidades.
La unidad que se vive es sueño propicio, para imaginar el escenario nacional de integración para alcanzar la paz, y emprender posconflicto, siempre con mano propia.
Reprochable lo dicho por la ministra venezolana de Relaciones: “El cierre fronterizo es un ´Reality Show´”. Sin calidad humana para qué tratarla.
Como los pueblos son superiores a sus dirigentes, vale la opinión ciudadana que reclama en mayoría, que se excluya a Venezuela, como garante de las negociaciones de paz. Colombia unida, habla sin lágrimas, ni odios, juntos podemos.