El carnaval
En Colombia el desarrollo vertiginoso de los acontecimientos es episodio diario de drama y comedia, que la ciudadanía no alcanza a digerir de un día a otro. La saturación de crónica roja alimenta la información de la televisión, más que diarios y radio. El movimiento judicial tiene personajes acusados de delitos, en los que figuran como actores de telenovela, y al final, desaparecen de escena, porque el libretista oculto, los hace huir al exterior.
María del Pilar Hurtado lleva más de 4 meses como protagonista en la historia, “Las chuzadas”. Andrés Felipe Arias, luego de una pausa, reapareció como condenado, en la serie denominada por el público, “Agro, serrucho seguro”. El último capítulo reveló su huida a Miami. Al igual que Hurtado, no está garantizado su regreso para responder ante la justicia.
Luis Carlos Restrepo, excomisionado de Paz, protagonista de la comedia “Falsa Entrega”, reapareció en clandestinidad para sostener que es un perseguido de los enemigos de su exjefe. Tampoco se sabe de su regreso para responder en la Fiscalía, o de su salida a la luz pública, si es que está en el país.
Sandra Morelli, la Contralora, aparece en el largo metraje, “Arriendo Multimillonario”. Dice que ha demostrado que esa institución trabajaba en una vieja torre, a punto de caerse y, que resolvió estrenar, pagando arriendo mensual de más de 2 mil millones. Contrario a otros protagonistas, no ha huido. La serie continúa.
El Procurador, actor de la serie “El Vengador”, se desempeña con su característico tono -prosopopéyico- que provoca carcajadas en las nuevas generaciones. El actor explicará, por qué apetece tanto su reelección, para su papel, conocido como el sabelotodo.
A la programación, se agrega la serie titulada “Elecciones atípicas”. La Registraduría informa que se han realizado 37 procesos electorales, de alcaldes y gobernadores, desde 2011. La mayoría para remplazar a destituidos por corrupción. El público con razón dice que es telenovela repetida.
Y se espera en el Congreso, “El Rifirrafe”, entre supuestos democráticos, de derecha e izquierda. Van a retirar micrófonos de mesa.
También apareció el dramatizado “Sr. Putin,” que el auditorio rechazó porque no es garantía para la paz de Colombia, recibir respaldo del controvertido mandatario ruso, presunto responsable del ataque al avión malasio.
Es muestra del permanente carnaval colombiano, a todo vapor, alegre por fuera y siniestro por dentro.